La hermana y el cuñado del obispo de Alicante también se vacunaron con él
El Obispado de Orihuela-Alicante argumenta que viven con Jesús Murgui en la residencia del obispo desde septiembre de 2012 y están vinculados sanitariamente a la Casa Sacerdotal
Alicante
El obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, que recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 8 de enero, no lo hizo solo. Se vacunó junto con su hermana y el marido de esta en la Casa Sacerdotal de Alicante, según confirma el Obispado a Radio Alicante.
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En un comunicado, la Diócesis argumenta que la hermana del obispo y su esposo viven con él desde septiembre de 2012, "atendiéndolo", y, por ese motivo, están vinculados sanitariamente a la Casa Sacerdotal.
Por ello recibieron la primera dosis de la vacuna cuando fueron convocados el 8 de enero, como ha sucedido en otras campañas de vacunación. Mismo argumento que utilizaron para justificar la vacunación de Murgui.
Pero no solo se vacunaron ellos. El vicario general de la Diócesis, Vicente Javier Martínez Martínez, que firma el comunicado también lo hizo. En su caso, lo justifican en el hecho de que, entre noviembre de 2019 y septiembre de 2020, residió en la Casa Sacerdotal debido a una aplasia medular grave "que requería la asistencia permanente del Hospital General y los enfermeros de la Casa Sacerdotal".
Actualmente sigue recibiendo tratamiento "con la supervisión continua por parte del mismo equipo sanitario de la Casa Sacerdotal" y, aunque ya no vive ahí, el Teologado Diocesano en el que reside forma parte del mismo complejo residencial y, de hecho, "comparte el mismo patio y el mismo personal de cocina y sanitario".
Por ello, debido a esta "conexión sanitaria" y "al ser una persona de riesgo", le convocaron el mismo día que se vacunó el obispo, su hermana y el marido de esta.
Murgui, en su mensaje de Cuaresma: "No perder la esperanza"
Precisamente, Jesús Murgui ha enviado esta mañana un mensaje a sus feligreses con motivo del inicio de la Cuaresma. En un comunicado, el Obispo les pide que no pierdan la esperanza en estos tiempos de "interrogantes y de necesidades" e insta a "vivir esta situación dramática como oportunidad de renacer".
Es época "de muchos sufrimientos y soledades", señala Murgui, que se pregunta "quién no piensa en las muertes en soledad de tantos enfermos y ancianos o en la angustia de tantos familiares que no pudieron acompañar a los suyos en los últimos momentos".
Una nota que el Obispo concluye con un escueto: "A todos: ánimo".