Más turismo que nunca

Palma

Hasta el año pasado contábamos en Balears los turistas que habían venido, y ahora nos centramos en los que han dejado de venir.

Pero lo cierto es que seguimos hablando de turismo.

De hecho, hablamos más de turismo que cuando teníamos turistas.

Hemos cambiado la recolección de miles de millones de euros por la cosecha de una cantidad equivalente de palabras.

Nos hemos especializado en la farsa de los corredores seguros, que pasan a inseguros a velocidad de vértigo.

Hemos sido testigos del falso control en los aeropuertos, que solo se tomaron en serio la seguridad sanitaria cuando se quedaron absolutamente vacíos.

Los baleares somos adictos a los portales inmobiliarios, conocemos los precios de las casas en cualquier ubicación, pero ahora nos hemos pasado a las compraventas de hoteles, y ya sabemos calcular el precio por habitación.

Mientras los profanos nos familiarizamos con los recovecos del turismo, los empresarios turísticos con los trabajadores en ERTE aprovechan la pausa para doctorarse en politología, y enseñar a las autoridades cómo amaestrar la pandemia.

Los nativos seguimos a solas, pero con más turismo que nunca.

Cómo íbamos a imaginar que empobrecerse sería tan instructivo.