Científicas inexistentes, no invisibles

Valencia

Esta semana hemos celebrado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y no puedo estar más de acuerdo. Pero hay una lectura y una reivindicación de lo que supone este homenaje a las científicas que no comparto. Por supuesto que nos faltan referentes de mujeres científicas, y esto es un problema que provoca que muchas jóvenes ni se planteen la carrera investigadora.

Ahora bien, la cuestión es por qué nos faltan esos referentes de grandes científicas. Muchas veces se habla de la invisibilización de las investigadoras y de sus carreras, al contrario de lo que sucede con sus colegas varones. Los nombres de los científicos, efectivamente, llenan los libros de texto.

Sin embargo, si las mujeres han sido invisibles en la ciencia es por algo tan sencillo como que hasta hace poco no había. Es decir, ¿cuántas de nuestras abuelas y bisabuelas pudieron estudiar y dedicarse a algo más que a ser madres? Claro que Margarita Salas es un referente que hay que conocer y estudiar. Pero la triste realidad es que antes había pocas como ella. No eran invisibles, es que no estaban porque la sociedad no les dejaba. Esto también hay que explicarlo, y no es incompatible con poner el foco sobre las grandes científicas y sus logros.