"He perdido casi un año de mi vida, pero me siento la misma": el relato de una mujer tras 310 días con COVID
La asturiana Elsa Lomas ingresó en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid el 11 de abril, llegó a estar un mes conectada a un sistema de oxigenación y salió de la UCI el 15 de septiembre
Asturias
El coronavirus deja infinidad de historias a medida que avanza la pandemia. La última la protagoniza una asturiana que se contagió de COVID-19 en el inicio de la crisis sanitaria y que, ahora, ha conseguido superar la enfermedad. Elsa Lomas, natural de Gijón, se ha convertido en la española que más tiempo ha estado hospitalizada por el virus en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, ciudad en la que reside junto a su familia.
Su pesadilla comienza el 11 de abril cuando, tras varios días con fiebre alta, una prueba PCR confirmó que era positiva. Sin embargo, su caso era más grave ya que desde finales de 2012 luchaba contra un linfoma de Hodking y en 2017 había recibido un trasplante de médula de uno de sus hermanos. Tal y como cuenta el diario La Razón, tras diez días en planta fue trasladada a la UCI y solo aguantó 48 horas sin ser intubada. Un coma inducido que, incluso le provocaron delirios, algo habitual después de tanto tiempo sedada. Elsa llega a explicar en el periódico que creyó que había dado a luz a mellizos en La Paz y quería saber dónde se encontraban.
Su calvario pasó por varias fases. Casi un mes después de estar intubada por la boca, tuvieron que realizarle un traqueotomía y no salió de la UCI hasta el 15 de septiembre. Por el medio un mes conectada a un sistema de oxígeno por membrana extracorpórea. Elsa ha aprendido a caminar, comer, hablar y a escribir ya que, en un momento dado de todo el proceso, tuvio una hemiplejia en el lado derecho de su cuerpo y polineuropatía del enfermo clínico derivado de tanto tiempo parada. Por el medio, afecciones vasculares, neumonía o un infarto cerebral. Uno de los momentos más complicados fue ponerse de pie. "Solo pasar de la cama al sillón era como si me estuvieran clavando alfileres o clavos en las plantas. Me caían unos lagrimones... fue una pasada», ha recordado.
En la vuelta a casa, a Elsa le esperan su marido -en este tiempo su principal apoyo- y su hija Eva. Admite, emocionada, que ha perdido casi un año de vida, "pero me siento la misma". El miércoles es su cumpleaños. Será diferente, y es que, hay mucho que festejar.
Josu Alonso
En la actualidad cubre información política aunque, con anterioridad, ha pasado por todos los departamento...