Víctimas de delitos violentos en Cantabria denuncian estar desatendidos

Santander

Usuarios de la Oficina de Asistencia a Víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual de Cantabria han explicado en la Cadena Ser que desde hace un mes y medio, el servicio de atención psicológica no se está prestando correctamente.

Ana es usuaria de este servicio, víctima de un delito violento, por tanto, explica que hace dos años, coincidiendo también con las fechas navideñas la Dirección General de Justicia, trato de sustituir a la persona que estaba desde hacía más de diez años ofreciendo atención psicológica en la oficina, la psicóloga Autora Gil.

Durante semanas los usuarios se organizaron, junto a familias y amigos, se movilizaron entonces hasta conseguir que desde la Consejería de Presidencia se atendieran sus demandas y se comprometieran a mantener a Aurora al frente del servicio.

Los argumentos de los usuarios se basaban principalmente en el hecho de que cambiar de terapeuta de forma brusca e inexplicable podría tener graves consecuencias en la psique de las víctimas. Además presentaron incluso una encuesta de satisfacción en la que existía gran unanimidad en qué la garn labor que realizaba Aurora.

Entonces lograron su objetivo y no se produjo el cambio de psicóloga, algo que si se ha hecho efectivo coincidiendo con el comienzo del año. Desde el 2 de enero de este año, la Dirección General de Justicia ha cambiado el modelo de funcionamiento que hasta ahora se venía prestando a partir de un convenio con el colegio de psicólogos de Cantabria.

Fuentes del Gobierno de Cantabria han explicado a la Cadena Ser que el cambio se debe a un cambio en la Ley de contratación pública que imposibilita la prestación de este servicio a través de un convenio con el Colegio de Psicólogos o a través de subvención nominativa a la institución colegial, tal y como se estaba realizando en los últimos años.

La ley de contratos públicos obliga a que este tipo de servicios sean prestados con medios propios (personal público) o por contratación (externa). El Gobierno de Cantabria ha decidido apostar por lo público en este caso y ha incorporado al servicio a una funcionaria psicóloga.

Esta funcionaria se incorporó a su puesto a principio de enero, mientras que Aurora Gil recibía por parte del Colegio de Psicólogos de Cantabria un correo electrónico el 28 de diciembre del pasado año, comunicándole que en vista de que no se iba a renovar el convenio actual, tendría que dejar de desempeñar sus funciones en apenas dos días.

Poco margen para avisar a las decenas de pacientes de esta decisión y menos margen todavía para ponerse al día de las historias clínicas de estos y de cómo comenzar a atenderles.

Ana, una de las usuarias insiste en que es una cuestión de sobra conocida por los expertos, que un cambio de facultativo de una manera tan radical tiene consecuencias en las victimas. Recuerda que han sufrido violencia y que en algunos casos siguen pendientes de un juicio o de una valoración psicológica ante un proceso judicial.

“Aquí, añade, no solo hay victimas de violencia de género, hay también niños que han sido víctimas de delitos violentos muy graves y el apoyo psicológico es fundamental. No es fácil para una víctima, abrirse ante un facultativo, una vez logrado, no contar con esa persona supone una situación de desamparo muy grande”.

Dice que algo así les revictimiza, especialmente cuando a día de hoy, la mayoría de los usuarios no han conseguido hablar con la nueva psicóloga. En la misma línea se ha pronunciado Beatriz, victima de un delito violento y usuaria de la oficina, dice tenía cita con la psicóloga el día 12 de enero, cita telefónica ya que no se pueden hacer de manera presencial por la pandemia. Asegura que nadie le llamó y que a pesar de sus intentos, no logró hablar con la nueva psicóloga, de hecho añade, todavía no lo ha conseguido.

“Mi mundo está patas arriba, nadie me ha llamado, es una inestabilidad tremenda, somos unas cuarenta personas las que estamos en una situación similar, no nos contestan al teléfono y algunos de los que han hablado con la nueva psicóloga incluso han sido remitidos a la consulta privada de la anterior psicóloga.

La psicóloga Aurora Gil ha explicado a la Cadena Ser que fue avisada el 28 de diciembre a través de un correo electrónico que al no renovarse el convenio con el Colegio de Psicólogos debía dejar su puesto y lamenta que tras dieciséis años al frente del mismo se le haya dado ese trato. "Si la decisión ya estaba tomada en el mes de noviembre no entiendo como no soy avisada hasta finales de diciembre".

Por parte del Colegio de Psicólogos de Cantabria, su presidente ha asegurado que no tienen capacidad de maniobra y que durante años han estado reclamando a la Consejería de Presidencia un convenio específico para prestar este servicio, sin lograr que esta demanda fuera definitivamente atendida.