Médicos de familia frente a especialistas

Las Palmas de Gran Canaria

Canarias se ha dotado de un plan de choque para reducir sus listas de espera. Es un plan ambicioso, pero no ha sido el único. La efectividad de otras iniciativas ha sido relativa y difícil de medir.

El último diagnóstico, encargado por la primera consejera de Sanidad de esta legislatura dibujó un panorama desalentador. Su radiografía puso el acento en "la falta total de comunicación, colaboración y coordinación entre la Atención Primera y la Atención Especializada". Llegando a calificar la situación de "caótica".

Este es un plan integral que cuenta con financiación, 200 millones, y prevé la contratación de dos centenares de nuevos sanitarios. Así como la apertura de los quirófanos las tardes y los fines de semana y la posibilidad de cualquier canario de operarse en cualquier hospital público.

Pero aún no sabemos el alcance que tendrá para remover la falta de comunicación y, sobre todo, de receptividad de muchos especialistas a las peticiones que les envían los médicos de cabecera.

Un auténtico tapón que desespera a muchos facultativos de primera fila, que se sienten impotentes para responder a las necesidades de sus pacientes. Y que apenas trasciende por puro gremialismo.