Continúa la escalada de tensión entre socialistas y Compromís a cuenta del PAI de Benimaclet

Valencia

Sigue la guerra abierta entre PSPV y Compromís a cuenta del PAI de Benimaclet. Este jueves, la vicealcaldesa y responsable del área de Desarrollo Urbano, la socialista Sandra Gómez, ha criticado la propuesta presentada el miércoles por sus socios de gobierno. Ha llegado a decir que es fruto del trabajo de un asesor durante un fin de semana.

Sandra Gómez sí que aprecia en Compromís algún paso adelante. Por ejemplo, en la necesidad de fijar un porcentaje de terciario en el barrio, pero la propuesta planteada es totalmente insuficiente porque se basa en un modelo "de adosaditos de revista, cuando lo que necesita Benimaclet es vivienda pública". Además, Gómez critica que Compromís no pinte en el PAI dotaciones públicas que demandan los vecinos desde hace años, sobre todo el gran parque verde. Y asegura que ella planteó un planeamiento en el que llevan trabajando desde hace años los técnicos municipales, en cambio, "el de Compromís lo ha pintado sobre el mapa un asesor del alcalde encerrado un fin de semana en su casa".

Por su parte, el otro vicealcalde, Sergi Campillo, de Compromís, ha hecho un llamamiento a la calma y ha dicho que su formación no quiere entrar en una escalada de descalificaciones.

Y eso a pesar de que ayer él mismo criticaba la propuesta del PSPV por no proteger la huerta y estar más próxima a los intereses especulativos de Metrovacesa. Este jueves, Campillo ha pedido calma sosiego y ha dicho que no entrarán en más descalificaciones porque son unos socios leales. Pero insiste en que la propuesta de Compromís es la del diálogo, la participación y el consenso, entre los dos partidos que sustentan el gobierno local, pero también con las entidades del barrio que tienen que decidir qué Benimaclet quieren.

Y el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, lamenta que las discusiones entre los socios del Rialto estén afectando ya a la vida cotidiana de los ciudadanos y al futuro urbanístico de València.

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Según Giner, tanto PSPV como Compromís discuten sobre dos modelos de ciudad anticuados, que no responden a la nueva realidad, que pasa por convertir los nuevos barrios en zonas con una mejor eficiencia energética y donde se pone en valor la economía circular.