
El lenguaje de sus señorías
La opinión de Marta Cantero

Marta Cantero. / Cadena SER
El presidente del Parlamento, Gustavo Matos, ha abierto una caja de Pandora al proponer que se obligue a sus señorías a utilizar el lenguaje inclusivo. La iniciativa, que convirtiría a la Cámara canaria en la primera de España en imponer esta obligación, ya ha tenido respuesta en modo chascarrillos por parte de "la resistencia". La resistancia a que el país avance en el camino de la igualdad.
El asunto podría parecer menor, si no supiéramos que el lenguaje no solo describe la realidad, sino que también la construye. Cierto es que las duplicididades lingüísticas agotan al que habla y al que escucha. Y de ahí que recurrir a las palabras neutras sea, quizá, la opción que mejor se adapta a narrar la realidad tal y como es: diversa desde el punto de vista de género.
Quienes nos representan en el Parlamento podrían simplemente referirse a la humanidad, la juventud, la ciudadanía o el alumnado en vez de al hombre, los jóvenes, los ciudadanos o los alumnos.
Hace nada, cuando en el Parlamento sólo se sentaban señorías del género masculino, el lenguaje inclusivo no existía. Ni estaba ni se le esperaba.
Eran otros tiempos que, afortunadamente, vamos dejando atrás. A pesar de las resistencias y chascarillos.
