Románico palentino y mucho más

Palencia

El Congreso de los Diputados aprobaba hace unos días la Proposición no de Ley, presentada por la diputada socialista María Luz Martínez Seijo para impulsar la declaración del arte románico palentino como Patrimonio de la Unesco, es decir, un reconocimiento como patrimonio cultural especialmente valioso para la humanidad.

Se trata, sin duda, de una de las mayores riquezas culturales de nuestra provincia de la que me reconozco una auténtica enamorada desde que hace años tuve la oportunidad de comenzar a conocerla con detalle. Aunque les diré que siempre, siempre descubres algo nuevo. Da igual cuantas veces te hayas colocado delante, por ejemplo, del pórtico de la Iglesia de Moarves de Ojeda. Cada vez te sorprende. Probablemente cada una y cado uno de nosotros tenga su rincón del románico favorito, Moarves, es uno de los míos.

Hace décadas que se comenzó con el impulso de esta candidatura que es preciso reimpulsar por muchos motivos, pero entre otros por lo que podría suponer de motor de desarrollo para nuestra provincia. Ojalá que este sea el primer paso para volver sobre un asunto de gran relevancia en torno al cual deberían unirse todas las voces y todas las energías. No podría entender otra cosa.

Cuando ayer me sentaba delante del ordenador para escribir estas líneas tenía claro abordar el tema del Románico pero los días han sido tan intensos que se me venían a la cabeza otros asuntos difíciles de dejar pasar esta semana y a los que quiero, aunque sea a vuelapluma hacer mención.

Hoy es 23-F, hace ya 40 años de ese día en el que la respiración se nos detuvo cuando pistola en mano Tejero gritaba eso de "Todos al suelo" en el Congreso de los Diputados. La memoria que es una cosa muy curiosa es capaz de grabar detalles de algunos momentos y yo, que era por entonces aún una niña, tengo grabados instantes de esa jornada. Yo salía con mi madre del Centro de Salud de los Jardinillos, donde acababa de ponerme una inyección. Alguien le comentó algo que yo no entendí pero si comprendí a la perfección que algo grave pasaba al percibir su preocupación traducida en su mirada y por la forma con la que apretaba mi mano hasta que llegamos a casa.

Ayer noche le explicaba a mi hijo, de 17 años, lo que ocurrió aquel día y lo hubiera supuesto que Tejero y compañía se hubieran salido con la suya. Afortunadamente quedó como un capítulo de la historia de este país sin mayores consecuencias pero que no podemos olvidar.

No quiero acabar sin hacer una pequeña reflexión sobre otras dos cuestiones. El domingo noche disfruté de cada instante de la conversación mantenida por Pau Donés, pocos días antes de su muerte, con Jordi Évole. "Eso que tú me das" es un hermoso canto a la vida. Me quedo con mil palabras pero rescato estas: " La vida son cuatro días y tres pasaron ya. No estemos aquí de mala leche, estemos aquí de buen humor. En general, no nos odiemos porque el odio no lleva a ninguna parte".

Ayer se cumplían 82 años del fallecimiento del poeta Antonio Machado y para acabar hoy quiero tomar prestados algunos de sus versos.

" Y cuando llegue el día del último viaje y esté al partir la nave que nunca ha de tonar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar".