Siempre hay una primera vez
Villa de Aranda nunca ha ganado en Cangas. El saldo ribereño refleja tan solo dos empates en cinco encuentros en ASOBAL en terreno gallego. Esta temporada, en la 1ª vuelta en el Príncipe de Asturias, otro empate para agarrarse a la esperanza
Aranda de Duero
O Gatañal es una cancha de aventuras y desventuras para el Villa de Aranda. Un escenario en el que se marca la historia de la escuadra ribereña. Donde jugó su única fase de ascenso a Liga ASOBAL, accediendo a la final y perdiéndola ante el propio Cangas. Seguidamente, esa misma temporada, llegaría la oportunidad de dar el salto a la máxima categoría tras la desaparición del mítico Portland San Antonio.
Un 40x20 gallego en el que ya en ASOBAL, concretamente hace cuatro temporadas (2016-2017), el cordobés Juanlu Moyano lograría empatar (27-27) un encuentro que parecía perdido. Extraordinario lanzamiento desde prácticamente media cancha para sumar el primer punto ante los gallegos en la historia.
Y se sumaría otro empate en otra de las cuatro temporadas que los arandinos han viajado a Cangas do Morrazo. Las otras tres, ya se sabe, derrota. En ese mismo escenario se juegan los de Alberto Suárez este sábado. Las estadísticas están para romperlas.
Para la esperanza, saber si el equipo arandino, que logró empatar en la 1ª vuelta de la presente campaña, también con último gol ribereño -obra de Matheus de Novais-, puede mejorar sus registros y lograr el primer triunfo allí.
Ahora, ante la necesidad de puntuar, el hambre de un equipo que quizás comience a sentir que no hay nada perdido, que esta temporada está para disfrutar de cada momento, y por aquello de que las estadísticas están para romperlas, el sábado puede que los villanos rompan el maleficio de las meigas y sumen la tercera victoria de la temporada. Un triunfo que permitiría albergar esperanzas en que la lucha por la permanencia quizás sea aún más accesible. Con todo, una nueva derrota o empate, significaría el final.