"Si no fuera por este Carnaval, estaríamos parados"

Sergio Martín habla en plena vorágine de Carnaval, a punto de destaparse las galas que se emitirán por televisión la próxima semana y que se convertirán en el gran colofón final a una edición tan extraña de la fiesta del disfraz.

"Está siendo complicado adaptar el Carnaval a la situación que estamos viviendo, pero poco a poco estamos consiguiendo generar ilusión y mantener esa llama viva.
Más que nunca, es necesario", resume.

Martín, quien empezó en 2014 en la producción de espectáculos y desde entonces siempre ha estado ligado a la producción local, subraya que la existencia del llamado Carnaval 'virtual' es una excelente oportunidad para dinamizar el sector. "Si no, probablemente estaríamos parados", enuncia.

En esta ocasión, Sergio ejerce como "ayudante de dirección para los rodajes". "Dada la situación, hemos tenido que avanzar parte de la Gala en rodajes, tanto en exteriores como en interiores, para crear un producto final de altura. Por la pandemia no podíamos ir a galas donde se movieran 2.000 personas como hacíamos antes", explica.

"Si no fuera por el Carnaval, estaríamos parados", repite. En su caso, cuenta que hacía un año que no le salía ninguna producción.

"Considero necesario lo que estamos haciendo para dinamizar el sector. Y me parece justo para honrar el Carnaval. Esta fiesta se merece que la mantengamos viva, no solo por una cuestión económica, también psicológica par tantas personas y grupos vinculados a la misma durante todo el año", aduce.

¿Y qué dice de las críticas? Pues que las entiende, pero "porque hay cierto desconocimiento". "Los datos gruesos a la gente pueden asustarle. Yo no voy a hacerme rico con este trabajo en Carnavales, pero mi trabajo en Carnavales sí va a servir para activarme, para dedicarme a lo que me gusta y para no vivir del dinero de los ERTE", es la opinión que mayoritariamente se repite en todos los profesionales que estos días en el Recinto se afanan por que todo salga a pedir de boca. No será como siempre, pero la llama de su ilusión sigue muy viva.