Rodrigo de Santos, a la vera del PP
Solo ocurría de once de la mañana a once de la noche, cuando el Doctor Rodrigo se convertía en Mister Hyde

La línea roja con Matías Vallés (25/02/2020)
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Palma
Buenos días. Palma fue Ciudad Rodrigo después de haber sido Ciudad Rodríguez.
Rodrigo de Santos encarnaba todas las cualidades de un virtuoso líder del PP, las físicas y las morales.
Por desgracia, esto solo ocurría de once de la mañana a once de la noche, cuando el Doctor Rodrigo se convertía en Mister Hyde.
A medianoche dejaba de abrazarse a las vírgenes, de capitanear las romerías a San Bernardo o de negarse a casar a parejas homosexuales, para entregarse a una relajación de las costumbres sin precedentes en Mallorca.
Y con fondos públicos, de ahí una de sus condenas que le indujo a pedir perdón por sus adicciones.
El muy alabado delfín del PP, artífice de la campaña triunfal de Matas en 2003, enlazó con una condena más peliaguda por abusos sexuales a menores.
En aquel momento hubo voces entre los populares que todavía le defendieron de un inventado acoso judicial, pero Rodrigo de Santos se ha encargado de dar la razón a sus juzgadores.
La fiscalía vuelve a pedirle veinte años por agresiones sexuales a jóvenes presos sobre, cuya libertad tenía influencia.
¿Quién le otorgó ese poder a De Santos? Una ONG próxima al PP, que jamás abandona a los suyos. Ni se libra de ellos.




