El cuaderno azul

La opinión de Ángel Santiago Ramos
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León
En los últimos 40 años el Partido Popular ha gobernado durante más de dos décadas el municipio de la capital del Bierzo. La hemeroteca vomita en este tiempo numerosos escándalos vinculados a una buena parte de esta etapa de gobiernos conservadores.
Tal día como hoy, hace 20 años, la concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada, Nevenka Fernández, anunciaba en una multitudinaria rueda de prensa la interposición de una querella por acoso sexual contra el alcalde, Ismael Alvarez. El Tribunal Superior de Justicia condenó al regidor como acosador sexual en el año 2003.
La trascendencia de unos hechos que ocuparon espacios informativos nacionales ha llevado ahora a la plataforma televisiva Netflix a rodar una serie documental, cuyo estreno se anuncia para la próxima semana.
Tras las vilezas de Ismael, la mitad de la ciudad, en modo síndrome de Estocolmo, ha tejido racimos de políticos títere de variados colores que han jugado más los intereses de algunos conocidos empresarios que los de la propia ciudad.
La reciente llegada a la alcaldía del socialista Olegario Ramón parece haber roto con esas turbias etapas políticas ajenas a la serenidad y al sentido común.
Como el pasado siempre vuelve, esta vez lo ha hecho en forma de cuaderno manuscrito de color azul para más señas. En el que aparecen 60 nombres, teléfonos y apuntes como “mi primo, mi amiga, ojo, la amiga de mamá, …
Parte de esos nombres coinciden con funcionarios que consiguieron su plaza en el ayuntamiento a mitad de la primera década de este siglo. Existen actas de plenos de entonces con denuncias por parte de la oposición sobre supuestas actuaciones de enchufismo en la casa consistorial.
El alcalde entregó ayer mismo en la fiscalía el cuaderno azul manuscrito con habitual literatura de andar por el mismísimo barro tras el que se esconde el nepotismo.




