La Firma de Ángel Martínez: "Oportunidades de decir y pensar, que no es poco"

Aranda de Duero

Cuando uno tiene la oportunidad de expresar sus sentimientos, sus pensamientos desde un micrófono como este que tengo delante, asume entre otras responsabilidades la de decir, manifestar algo que sirva para mejorar la vida, hacer más felices a los demás, sembrar algo de sensatez y tal vez liberarse del tedio que en ciertos momentos nos atenaza.

Hoy quiero navegar, quizás sin brújula, entre las dudas, las nieblas, los miedos en los que nos ha colocado esta borrasca que llamamos Covid 19.

E igual que en un barco se precisa la tripulación para llegar a buen destino, creo que necesitamos, hoy más que nunca, esa marinería de amigos, conocidos, familiares que nos ayuden a conducirnos, con rumbo firme, hacia la libertad personal que nos salve de los miedos del temporal.

Desde aquí invito, me invito, os invito, a salir del aislamiento personal y a remar en la dirección adecuada para buscar la compañía a través del teléfono, el WhatsApp, la vídeollamada, buscar, digo, la compañía y/o acompañar a tantas y tantas personas que lo están pasando mal, más que por la pandemia, por la soledad.

En el barrio lo notamos y lo manifestamos en nuestras aceras cuando nos detenemos y hacemos las mismas preguntas: “¿Todos bien?”, “¿Cómo vais?” … Y sin querer, casi no esperamos la respuesta, porque la mascarilla, la distancia de seguridad, las normas, los contagios, las cifras, las muertes, nos impiden ser amables al nivel que ofrecíamos hace unos meses.

Seguramente hablaremos más del virus y sus efectos, pero, por si acaso, hagamos como en Casablanca y digamos “Siempre nos queda la radio”. Y que la felicidad, aunque sea de manera efímera, se ilumine en nosotros y en los que nos rodean.