Conchita, madre de insumiso: "Hicimos una gran revolución, nos encarcelaron un poco a todos"

Pamplona

La mili, el servicio militar obligatorio terminó hace ahora 23 años. Entre las causas que llevaron a su fin está el movimiento de la insumisión, en el que Navarra fue la zona más activa. Memorias que se recogen ahora en una investigación.

Sin datos oficiales, se estima que alrededor de 600 hombres cumplieron condena en Pamplona por negarse a hacer el servicio militar obligatorio, por declararse insumisos. El Gobierno de Navarra publica ahora 6.000 documentos que recogen los treinta años de lucha de un colectivo que desembocó en la desaparición de la mili en el 2001.

Las condenas llegaron a superar los dos años de prisión. El investigador e insumiso en su día, Pedro Oliver, recuerda además que el enorme apoyo social que tuvieron les hizo pensar que podían acabar con la mili. Y por ello recuerda como decidieron "dar un paso todavía más allá": "nos han ofrecido salir a tercer grado para ir a la cárcel solo por la noche y le vamos a decir que no, que esto no es negociable, que no queremos mili. Y eso fue un momento clave".

Apoyo social organizado sobre todo, en torno a las familias de los insumisos. Conchita Salinas, es una de las madres. "Nos movilizábamos de tal forma, las madres, los padres, los hermanos, que no les faltaban las visitas, hicimos una gran revolución dentro de la cárcel, porque no habían tenido tanto trabajo nunca los funcionarios, nos encarcelaron un poco a todos".

El no ir a la mili, conllevaba una pena de cárcel. "¿Cómo se consigue que un joven decida ser soldado? Pues a base de ponerle por delante una pena muy grave, conforme veían que no era suficiente fueron subiendo las condenas, de 1 año y 8 meses a 2 años y 4 meses", señala Iñaki Subiza, abogado.

Los insumisos protagonizaron además una fuerte lucha anticarcelaria para exigir que respetaran sus derechos.