Ginés Liébana: "Lo que yo hago se ha convertido en algo singular porque evito la seriedad y el lugar común"

Córdoba

Ginés Liébana (Torredonjimeno, 1921) nos atiende desde su casa en Madrid un día antes de cumplir 100 años. La última voz de Cántico, el artista inclasificable, el amante de lo singular, trabaja cada día buscando lo nuevo. "Lo que yo hago se ha convertido en algo singular porque evito la seriedad y el lugar común. Todo menos repetir."

Explica, en entrevista telefónica, que pinta, dibuja y escribe. Y asegura que se encuentra bien. Y que cada vez es más difícil no repetirse, ahora que no se puede salir de casa.

Pero ese temor es incompatible con su imaginación desbordante y su observación misteriosa de lo que le rodea. Con la que recuerda Córdoba y Valenzuela, el pueblo de su abuela, cuando era niño. "En mi infancia me interesaba por cosas que pertenecían a la casa, la alfombra, el pasillo, la cuadra...".

Y cita a Juan Ramón Jiménez cuando evoca esa mirada hacia el hogar y los espacios cotidianos. Juan Ramón pintaba "con palabras", explica Liébana. Y aunque se reconoce en él, añade que el poeta onubense en cambio tenía melancolía "y yo he logrado no tomarme en serio". Es imposible charlar con Ginés Liébana sin soltar una carcajada. Por eso, sus interlocutores siempre están esperando la siguiente conversación.

Este 2 de marzo, el pintor y poeta del grupo Cántico cumple 100 años. Y lo hace en plena forma intelectual y creativa. Hijo Adoptivo de Córdoba y de Villa del Río, Hijo Predilecto de Torredonjimeno, Medalla de Andalucía, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Ginés Liébana recibe los reconocimientos con humildad.

En este momento, la Diputación de Córdoba acoge una exposición de su obra hasta el 31 de mayo. Y el Ayuntamiento de la ciudad va a homenajearlo en este 2021 con una serie de actividades. "Estoy feliz, me creo indigno de semejantes galardones. Pero lo acepto. He tenido cuidado de no seguir el lugar común. He querido tener un poco de humildad para no tropezar".

Preguntado por sus recuerdos del grupo Cántico, Liébana destaca la poesía de Juan Bernier. "Es lo más singular que existe, no solo en Córdoba sino en todo el ámbito literario". Pablo García Baena está suficientemente reconocido, opina,  e invita a leer a Bernier.

Ya en 1950, salió de Córdoba y comenzaron sus viajes a París, Venecia, Brasil... Descubrió la pintura de pequeño formato, el "desdibujo", como Liébana llama a dibujar mal intencionadamente, a la distorsión que genera una obra. Y a lo largo del tiempo, ha vuelto a Córdoba. Sus recuerdos son vívidos. Pero mira al presente y al futuro sin miedo.

En esta entrevista habla de su obra, su infancia, Córdoba, el humor y los viajes. De un siglo de vida.