Las residencias son hogares cada vez más seguros donde vivir

Gracias a la vacunación contra el COVID-19, las residencias se han convertido en los lugares más seguros en estos momentos. Ahora, las personas mayores que residen en estos centros están más protegidos frente a posibles contagios y las complicaciones que provoca el coronavirus. Además, manteniendo todas las normas de seguridad recomendadas, se siguen realizando actividades y terapias que promueven un envejecimiento activo, su autonomía, participación, socialización y aprendizaje, lo que favorece su bienestar físico, mental y emocional.

Por su parte, los profesionales pueden dedicarse a atenderlos con más tranquilidad. La vacuna les ofrece seguridad, pero son conscientes de que no se debe bajar la guardia. “No podemos relajarnos. Tenemos la ventaja de estar vacunados, y más protegidos, pero hasta que la vacunación no se extienda a la población y se consiga mayor inmunidad, tenemos que ser prudentes y seguir manteniendo las medidas de seguridad recomendadas. Eso nos dará tiempo para aprender más acerca de cómo funcionan las vacunas y cómo debemos comportarnos”, advierte la doctora Victoria Pérez.

¿Cómo es la vida dentro de las residencias en estos momentos?

En los centros ORPEA, a pesar de las restricciones actuales, se continúan realizando actividades y terapias que favorecen el envejecimiento activo y la autonomía de las personas mayores, ya que estos cuidados psicosociales contribuyen a recuperar la funcionalidad que hayan podido perder meses atrás y mejoran su calidad de vida y bienestar físico y emocional.

Para mantener la forma física, los especialistas de ORPEA diseñan ejercicios y actividades acorde a sus necesidades. La gerontogimnasia está resultando ser un aliado muy interesante. En estas sesiones se trabaja la estabilidad, equilibrio, fuerza muscular, el estado de las articulaciones y se consigue mayor autonomía. Además, previene la fragilidad y el riesgo de caídas.

Los programas especializados de terapia ocupacional permiten a las personas con mayor grado de dependencia mantener la funcionalidad en las actividades básicas de la vida diaria. En este sentido, también la fisioterapia está favoreciendo que los residentes se encuentren mejor físicamente y reduzcan las dolencias.

El plano cognitivo y emocional, los profesionales de ORPEA utilizan innovadoras y eficaces terapias. A través del arte, las nuevas tecnologías, la cocina, las manualidades o la jardinería, se potencia la memoria, atención, concentración, comunicación y creatividad. Asimismo, se consigue una mayor socialización y participación, que mejora la autoestima.

Por otra parte, el aspecto emocional ha cobrado, si cabe, mayor protagonismo en estos meses, aunque los profesionales de ORPEA siempre lo han considerado un pilar básico para el bienestar de las personas mayores. En este sentido, la risoterapia, musicoterapia, reminiscencia o las salas snoezelen se usan con frecuencia, en función de las necesidades de los residentes. Pero, además, los centros ORPEA han reforzado el servicio de psicología, con mayor presencia del psicólogo.

¿Cómo son ahora los nuevos ingresos?

Las residencias ORPEA siguen un protocolo específico para nuevos ingresos que garantiza que se realicen de forma segura. El mayor que ingresa en una residencia ORPEA tiene que tener un PCR hecho de no más de 72 horas. Y, adicionalmente, ORPEA le realizará una prueba serológica cuantitativa, en el momento del ingreso.

Además, si el mayor no está vacunado aún, el centro se pondrá en contacto con la Administración Pública para poder vacunar a esa persona a la mayor brevedad, asegurándole la inmunización como al resto de residentes.

El cuidado y bienestar de las personas mayores, y la tranquilidad de sus familiares, es una prioridad para las residencias ORPEA. Y todas las medidas y acciones se plantean con un alto grado de compromiso hacia una atención personalizada y humana.