Belinchón es el primer municipio de la provincia en adquirir un dispensador de agua bendita automático

Tarancón

Belinchón se ha convertido en el primer municipio de la provincia de Cuenca en instalar un dispensador de agua bendita automático en su parroquia.

A raíz de la pandemia la Conferencia Episcopal indicó a sus párrocos la necesidad de retirar el agua bendita de las pilas comunes a las entradas de las Iglesias para evitar posibles contagios de Covid-19, dejando así a los fieles sin la posibilidad de continuar con este tradicional ritual.

Ante esta situación, desde el Ayuntamiento de Belinchón decidieron ponerse en contacto con AquaSantus, una empresa de la Comunidad Valenciana pionera en la creación de dispensadores de agua bendita.

Según informa el alcalde, Jesús López, esta reciente creación funciona con un pedal que cada persona puede activar para recibir directamente en sus manos la cantidad necesaria de agua bendita, convirtiéndose en la única solución para que las parroquias sigan ofreciendo esta tradición en época de pandemia. 

 El dispensador ya se ha instalado en lugares emblemáticos como son los santuarios de Fátima y Lourdes. En España, el invento ya ha conquistado la Catedral de Valencia y Parroquias de las provincias de Toledo, Madrid, o Alicante. Ahora, llega a la parroquia de San Miguel Arcángel en Belinchón. Una donación de parte del Ayuntamiento, cuyo coste ha sido de 592 euros.

Desde el Ayuntamiento del municipio animan a las parroquias de la provincia a instalar estos dispensadores asegurando que "ha gustado mucho a los fieles" de Belinchón, que tras casi un año han podido volver a persignarse, tal y como se hacía antes de la pandemia.