La plataforma 'Por una Educación Presencial' denuncia "desamparo" de los estudiantes de secundaria en Asturias

Gijón

"Desamparados y discriminados". Así califican la situación de los estudiantes de secundaria en Asturias desde la plataforma 'Por una Educación Presencial, Segura, de Calidad y sin Discriminación'. La organización, integrada por padres y madres de Asturias, veía la luz el pasado mes de octubre, pocos días después de que arrancara un curso escolar marcado por el coronavirus y organizado desde la Consejería de Educación en la asistencia de los estudiantes en días alternos para reducir el número de alumnos en las clases. Las familias comprobaron poco después que "el sistema de la semipresencialidad no estaba funcionando".

Lo ha contado en SER Gijón Noelia de la Fuente, gijonesa que forma parte de la Plataforma. "La idea era que los días que los estudiantes que no asistían al centro educativo siguieran las clases online desde casa, pero no fue así. Ni los centros ni las casas estaban totalmente preparadas. No todas las familias, por ejemplo, tenían los mismos recursos".

La discriminación viene, según de la Fuente, de dos aspectos: el agravio comparativo que supone que en otros centros públicos o concertados sí se esté desarrollando la presencialidad total gracias al espacio; y los recursos familiares que son desiguales entre las familias. “Esto causa mucho estrés a las familias. En algunas casas sí pueden hacer más seguimiento a los estudiantes, otras tienen el lujo de poder contratar a un profesor particular y otros padres tienen que trabajar y no pueden estar con sus hijos. Hay críos que pasan toda la mañana solos".

Desde la plataforma también denuncian una merma en la calidad de la enseñanza. "No se está avanzando materia. Desde la consejería han reducido el temario. Lo que han hecho es pasar la patata caliente a los equipos docentes que están saturados". De la Fuente cree que existen soluciones para evitar la semipresencialidad, como abrir los centros educativos por la tarde o adecuar espacios cercanos a los centros pero "es más fácil gastarse tres millones en equipos informáticos que en recursos humanos. Los equipos son una ayuda, pero no una solución".

A eso suman la denuncia sobre el desamparo que están viviendo los estudiantes "No tienen hábitos de estudio ni seguimiento. Están aletargados y han perdido la motivación. Están sufriendo la pandemia por partida doble", ha lamentado.