Alcaldes de ciudades Estado

Asturias

Esta tarde van a permitirme que le tire de las orejas a los alcaldes de Oviedo, Gijón y Avilés, que han perdido protagonismo y fortaleza para defender los intereses de sus ciudadanos y parecen engullidos por la crisis pandémica y presos de las estructuras de sus partidos. Hace décadas, Gabino de Lorenzo, Tini Areces y Santiago Rodríguez Vega convirtieron a Oviedo, Gijón y Avilés en auténticas ciudades Estado. Sus iniciativas, sus posiciones políticas y sus proyectos eclipsaron tanto a las autoridades regionales como a las cúpulas de sus partidos lo que permitió a las tres ciudades un crecimiento sostenido con una personalidad muy grande. Al grito del cerco a Oviedo, y con mano de hierro, y poco guante de seda, hay que reconocer que Gabino transformó las calles y barrios de la capital. Qué decir de Tini Areces, que cambió Gijón, que creció en playas, barrios y monumentos. Y Santiago Rodríguez Vega supo virar el horizonte de Avilés. La recuperación del casco histórico es ejemplo de ello. Hoy, nos encontramos que en Oviedo se sigue diciendo eso del cerco, pero faltan iniciativas. Seguimos hablando de la Fábrica de Armas, de la ronda, del Pabellón y del Prerrománico. En Gijón, lo de la estación provisional, que parece que va a ser permanente, es casi cómico. Y el metrotrén sigue atravesando sus entrañas en el olvido. Casi no recuerdo un proyecto que se haya llevado a cabo, más que cambios en el tráfico. En Avilés, donde hay menos recursos, se echa de menos un pulso mayor por la industria. Da la sensación de que no hay que protestar, de que ya hicieron el Niemeyer. Frente a ellos, surge Siero como ejemplo. Un polígono, una licencia rápida y las excavadoras ya trabajan para que Amazon se instale cuanto antes y catapulte nuevas industrias. Enhorabuena a Ángel García por su impulso. Asturias, única región con tres ciudades tan grandes, tan distintas y tan cerca merece que sus alcaldes sean virreyes incómodos para el poder establecido. A tiempo estamos. Les esperamos.