Puig advierte que jurídicamente solo podía recomendar que hubiera clases la semana de Magdalena

Castellón

La indefinición de la Generalitat y del Ayuntamiento de Castelló, en relación con el calendario escolar ha generado un gran malestar en la comunidad educativa, porque la decisión se ha tomado esta semana, sin apenas margen para las miles de familias afectados. De hecho, la prolongación del debate en torno a esta cuestión ha provocado el fracaso del programa de les escoltes, un servicio que es una alternativa para la conciliación familiar, y que solo podrán ofrecer 27 centros educativos, estará destinados solo a estudiantes de primaria y apenas cubre las necesidades de los 32.000 estudiantes de la ciudad.

Finalmente, la resolución, tras mucha incertidumbre, implica que el lunes será día laborable y lectivo, pero del 9 al 12 de marzo, los colegios e institutos mantienen sus días festivos.

Cuestionado sobre la postura de la Generalitat en el proceso, que la semana pasada recomendó, sin apenas margen, que se mantuvieran las clases en los colegios, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha alegado esta mañana en Castelló que desde el punto de vista jurídico, solo podían recomendar sobre esta cuestión.

Puig ha recordado que los padres han participado en el proceso de decisión, y ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos.

El portavoz del equipo de Gobierno del Consistorio de Castelló, José Luís López, ha señalado este jueves en una rueda de prensa posterior a la junta de gobierno, que han atendido al mando único de la Generalitat en cuestión de sanidad y educación, y por eso han defendido hasta el último momento que haya clases y que se aplace el festivo del 8 de marzo. Respecto a que otros municipios mantengan sus festivos, como es el caso de Vila-real con el día de San Pascual, el 17 de mayo, López aboga por un criterio homogéneo en toda la Comunitat Valenciana.