Cubiertos por la arena del Sahara
Cada vez estamos más cerca de África, no solo en la meteorología

"La línea roja" de Matías Vallés (05/03/21)
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Palma
La prensa catalana se hacía eco semanas atrás de la llegada a Barcelona de oleadas de arena sahariana arrastrada a través de la atmósfera.
Los mapas confeccionados por satélite eran inequívocos, pero el color rojo de la arena que tangencialmente lamía Barcelona, cubría por completo Balears.
Por tanto, y desde el papel de actores secundarios que siempre nos reserva la historia, podíamos comprobar que estamos inundados de polvo del Sahara.
Cada vez estamos más cerca de África, no solo en la meteorología.
Entre las nubes propias y la arena ajena, el tránsito de febrero a marzo ha sido gris en Balears por encima de las exigencias de la decoración invernal.
Atrapados en la pandemia, no hemos gozado ni de la compensación poética de un cielo despejado.
El CIS ha demostrado los devastadores efectos psicológicos del coronavirus, y la famosa calima no contribuye a aliviarlos.
Las llegadas desde el norte de África por mar y aire demuestran que, en la Tierra, siempre estás en camino hacia otra parte
El aire no obedece los cierres perimetrales ni las fronteras. En esto se parece al virus.




