El verdadero Sevilla llegó tarde a la eliminatoria
El equipo de Lopetegui salió con intención de superar a su rival e hizo un buen partido de principio a fin. Haaland y la dificultad para hacer gol evitaron la remontada.
Haaland marcó las diferencias en los dos partidos. / DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)
El Sevilla no perdió la eliminatoria en Dortmund. Lopetegui y los suyos la tiraron en los primeros 45 minutos del Sánchez Pizjuán. En Alemania, el conjunto sevillista hizo un magnífico partido, intenso, ambicioso, con fútbol, pero... con dificultad para marcar. Cayó con dignidad, se mantuvo en el encuentro hasta el final, a pesar de los zarpazos de Haaland, pero la desventaja era excesiva. Esta versión es la que quieren sus seguidores. Sin embargo, no sólo debe salir con este ímpetu cuando tiene necesidad.
La primera media hora fue de absoluto dominio sevillista. Encerró a los alemanes en su área, asedió de todas las formas posibles, aunque la ausencia de pegada evitó que el Sevilla asustara más al enemigo. Poca polvora frente al mejor delantero de la actualidad. Haaland metió la primera que tuvo y enfrió los ánimos hasta el descanso.
La segunda mitad comenzó con peores noticias. Llegadas del Borussia, con un depredador de máximo nivel en cada acción, hasta que llegó el segundo. Haaland marcó con una posible falta, pero, más de un minuto antes, Koundé le había hecho penalti. Con el VAR, la acción terminó en el punto fatídico. Bono le detuvo el primer lanzamiento, con el pie fuera de la línea, y el delantero no perdonó el segundo.
Tanto corazón le puso el Sevilla al encuentro que tuvo opciones de forzar la prorroga hasta el final. Emre Can le hizo un penalti absurdo a De Jong, que transformó En-Nesyri, y el marroquí marcó con un testarazo a la escuadra en el último minuto de la prolongación. Incluso, en un último balón al área creo inquietud.
Punto y final a la Champions. Haaland y la actitud del Sevilla en su estadio marcaron la diferencia. La recuperación de Bono, la mejoría de Navas, la presencia de Óscar y los goles de En-Nesyri fueron las buenas noticias, junto con la actitud del equipo. Si Lopetegui quiere ganarse, de verdad, el corazón de los sevillistas debe salir con esta actitud en la mayoría de encuentros y no esperar tanto para quemar las naves.
