Salamanca cumple con todos los requisitos, a día de hoy, para bajar al nivel 3 de alerta el 22 de marzo

Salamanca

La relajación progresiva de las medidas restrictivas en Salamanca, tras el paso de la tercera ola de la COVID-19, continúa y lo hace fijando el próximo punto de inflexión en el lunes, 22 de marzo. Ese día, si todos los indicadores se encuentran en las mismas cifras que a día de hoy, 10 de marzo, y también tienden al descenso, la provincia salmantina pasaría a situarse en el nivel 3 de medidas restrictivas.

Esto significa que la Semana Santa en la provincia se desarrollaría de esa manera, con restricciones que están enmarcadas en el nivel 3. Y es que la Junta de Castilla y León ha decidido, amparándose en las recomendaciones de sus expertos epidemiólogos, realizar una desescalada lenta y progresiva para garantizar que no se producen rebrotes de la enfermedad. Eso sí, a la vez que el vicepresidente Igea explicó que la desescalada será así, el Gobierno regional de Mañueco obvia los indicadores que, día a día, se recogen de manera oficial en el semáforo covid.

En estos instantes, las UCIS a nivel regional se sitúan por debajo del 35% de ocupación de enfermos de covid. Concretamente el porcentaje de hospitalizados es del 33,5%. Las unidades de críticos de la provincia de Salamanca también evolucionan favorablemente: están al 20,27% de ocupación, por debajo del 25% que ha marcado la Junta de Castilla y León como cifra para comenzar a relajar las medidas sociales y económicas.

Pero además, todos los demás indicadores se encuentran ya en cifras correspondientes a los niveles bajo y medio de peligro. Es decir, en estos instantes en Salamanca, según el semáforo covid, las medidas restrictivas deberían ser las propias del nivel 2, no las del 4.

Si la tendencia y los datos se mantienen, el 22 de marzo Salamanca accedería al nivel 3 de medidas restrictivas. Eso conllevaría algunos cambios. En la hostelería, por ejemplo, los aforos en los interiores subirían al 75% en salas de hasta 40 comensales, y al 50% en salas de más de 40.

En los cines, los teatros, las bilbliotecas, los auditorios, los circos de carpa y similares, el aforo subiría al 50% en aquellos establecimientos en los que las butacas estén numeradas. También subiría al 50% del aforo la posibilidad de que los aficionados al deporte asistan a pabellones deportivos para seguir algún evento.

El resto de los establecimientos y eventos mantendrían su situación actual, con carácter general: lo ya abierto, como los centros comerciales, las pequeñas tiendas de comercio minorista y los museos mantendrían el aforo en el 33% de su capacidad.