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Compañero sobre acusado de incendio: "Era como un drogadicto con el mono"

Un efectivo de protección civil declara en el juicio contra el acusado de provocar un incendio forestal que el acusado escondió entre las piernas una garrafa de gasolina

Juicio contra el de Protección Civil de Ramales de la Victoria, acusado de provocar un incendio forestal. / Cadena Ser EFE

Santander

Los compañeros del exjefe de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria, acusado de provocar el 17 de febrero de 2019 un incendio forestal que arrasó más de 114 hectáreas en la sierra de Alcomba, han asegurado que ese día estuvo "nervioso" y con "ansias de ir hacia el fuego". "Era como un drogadicto con el mono", ha definido uno de ellos.

En el segundo día del juicio en la Audiencia de Cantabria, los compañeros le han acusado también de conducirles de forma "peligrosa" en ese incendio, rechazando el apoyo de los bomberos, mientras que un agente forestal que acudió a ese fuego ha explicado que ya se había producido "algún problemilla" con esta agrupación de voluntarios "que actuaba a su libre albedrío".

"Alguna vez nos hemos encontrado al acusado solo en un incendio", ha expuesto este profesional, quien ha explicado que tuvo que hablar con el alcalde de Ramales para advertirle de que si quería que los voluntarios de Protección Civil siguiesen actuando, tenía que ser bajo las órdenes de los Agentes del Medio Natural, porque no avisaban de los fuegos.

Antes, han declarado en esta segunda sesión del juicio, en el que la Fiscalía pide para el acusado una pena de cuatro años de cárcel, los miembros de Protección Civil que estuvieron con él en la jornada del incendio y que han coincidido en el relato inicial de los hechos.

Los cuatro han narrado que, en la noche del 17 de febrero de 2019, cuando iban a cenar en la base de Protección Civil en Ramales de la Victoria, mientras estaban de guardia, el acusado les dejó allí alegando que tenía que ir a llevar unas sillas a unos primos suyos.

Han reconocido que les llamó la atención que salió del edificio y volvió a entrar instantes después, para salir de nuevo "deprisa" pasando por el garaje, donde han señalado que estaban todas las herramientas y la garrafa de gasolina, que uno de ellos ha asegurado que le vio sacar del vehículo cuando volvió a la base tras iniciarse el incendio.

Este testigo ha explicado que cuando de nuevo se marchó el acusado a la zona donde se había declarado, él fue a comprobar como estaba el contenido de la garrafa, a la que le faltaban, según sus cálculos, más de un litro y medio de combustible.

Y ha confirmado que la garrafa roja que vio al acusado tratar de "esconder entre las piernas" cuando la sacó del vehículo era la misma que él revisó, porque era la única que había, aunque otro compañero ha apuntado que había más.

Los dos, que han dicho hoy que su relación con el acusado era "normal", después de que ayer el exjefe de voluntarios la calificase de "mala", han asegurado que la garrafa de gasolina se había llenado en los días previos al incendio, después de utilizar el combustible para una autobomba durante inundaciones dos semanas antes.

Uno de ellos, además, ha explicado que el acusado les obligó a luchar contra el fuego sin la equipación adecuada y sin los suficientes conocimientos para ello y ha relatado que cuando llegaron los bomberos el exjefe de voluntarios se quedó solo con ellos.

"Parecía como si tuviese ansias de necesitar ir hacia el fuego", ha manifestado este testigo, quien también ha opinado que el acusado estaba a gusto con el mando. "Le gusta hacer ver que soy el que manda", ha rematado.

Después, el agente del Medio Natural, en contra de lo declarado ayer por el acusado, ha negado que sea necesaria una motosierra en un incendio. "Yo nunca he usado una en un incendio", ha aseverado, lo que desmonta el relato del acusado para justificar que sus compañeros le viesen con una garrafa de gasolina, porque según manifestó cogió junto a esa herramienta para acudir al fuego que se había declarado.

El último en declarar en la jornada de hoy ha sido el primo del acusado, quien ha admitido que habían quedado en que le iba a llevar unas sillas, aunque no concretaron que fuera ese día, y ha señalado que después de dos años todavía no las ha recibido. "No sé lo que ha sido de ellas", ha apostilla este testigo.

El juicio continuará mañana, a las 9.30 horas, en la sección primera de la Audiencia de Cantabria con las declaraciones de los peritos.

 
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