Los cierres perimetrales hunden las expectativas turísticas para Semana Santa

Tenerife

Los cierres perimetrales implantados en toda la Península para Semana Santa y de los que quedan exentos Canarias y Baleares han desplomado las expectativas de ocupación turística que preveían picos de hasta el 50 por ciento. Con los viajeros nacionales descartados y los extranjeros en entredicho, el sector volverá a depender de los residentes.

Según el presidente de la Asociación Canaria de Agencias de Viajes y Turoperadores, David Déniz, "los pocos hoteles que están abiertos ya están ofertando tarifas para los canarios o el día del padre para poder tener algo de clientela". El sector califica esta decisión que aísla al Archipiélago del resto de comunidades como "una puntilla más" al parón económico que ya dura un año.

En el mismo sentido se ha mostrado el Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife (CEST) que ve alejarse la fecha de apertura al exterior. Su dirigente, Roberto Ucelay, asegura que "hasta septiembre u octubre no esperamos que vuelva a activarse la actividad económica", por lo que auguran "seis meses más de travesía en el desierto".

Sin embargo, el CEST acoge con alivio que las ayudas directas a los sectores afectados por la pandemia hayan comenzado a tramitarse "porque la situación de pérdidas y preocupación está siendo importante". Para apuntalar la reactivación, Ucelay urge al Ejecutivo a afinar los controles a viajeros en puertos y aeropuertos que llevan realizándose desde el mes de diciembre porque "no son efectivos". Al respecto, señala que desde que un turista llega sin el test hecho "pasan tres días", cuando "lo normal debería ser poder hacer la prueba a la llegada" a las instalaciones.

También con preocupación, Déniz mira a los pasaportes de vacunación digitales que ha impulsado la Comisión Europea pero cuyo desarrollo está en cuestión: "No hay garantías de que podamos tener ese pasaporte sanitario hasta el mes de mayo".

Pese a quedar excluidas del cierre perimetral, las Islas sí tendrán que ceñirse al resto de medidas acordadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Por tanto, el toque de queda se establecerá como máximo a partir de las 11 de la noche y las reuniones quedarán limitadas en espacios públicos a entre 4 y 6 personas según sea interior o exterior. Asimismo, en privado solo podrán reunirse los convivientes.