El 8M
La Firma de Guillermo Granja
"El 8M", la Firma de Guillermo Granja
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Palencia
Todos los años, cuando llega esta fecha, vengo observando que se genera un enorme debate entre las distintas posiciones de cómo lograr una verdadera igualdad de género entre hombres y mujeres.
A las disputas habituales de los distintos sectores del espectro político, se ha sumado la pandemia desde el año pasado, lo que complica aún más la situación.
Aún así, a mi entender, toda la sociedad deberíamos plantear un mismo mensaje a favor del papel de la mujer en el mundo actual. Los matices al mismo deberían quedar en la explicación que, cada cual, desee dar.
Cuando digo toda la sociedad me refiero a que no sólo es una tarea de las mujeres, sino que los hombres debemos ponernos a la cabeza de la manifestación y ser los más interesados en hacer posible que todas las personas tengan y puedan ejercer los mismos derechos en igualdad de condiciones.
Es muy, pero que muy importante, visibilizar en diversos actos de reivindicación el largo camino que aún queda por recorrer en las sociedades occidentales avanzadas para lograr una auténtica igualdad de género. Por eso, estoy a favor de cualquier evento que se organice para demostrar lo mucho que falta por hacer.
Ahora bien, creo que hay saber conciliar el derecho legítimo de manifestación con la situación sanitaria que tenemos en este momento. Esto no tiene que ver sólo con el Día Internacional de la Mujer, sino con todos los actos que se están celebrando desde hace un año y que, en muchas ocasiones, no han guardado las medidas de seguridad establecidas.
Debería ser exigible que cualquier actividad que se lleve a cabo, del tipo que sea, tenga un informe que detalle todas las medidas que se van a realizar para garantizar la salud de los asistentes. De no ser así, no se deberían autorizar. Por supuesto, las manifestaciones que se llevaron días atrás en Barcelona y otras ciudades en favor de la libertad de expresión, algunas que ni siquiera fueron comunicadas y que, en muchos casos, acabaron de manera violenta, tendrían que haber tenido una respuesta legal más contundente.
Por si alguien quiere ver en mi algo de subjetividad, he de decirle que lo mismo pienso de las manifestaciones de los negacionistas o de las que se produjeron en el mes de mayo en barrio de Salamanca de Madrid.
A la vista de estos ejemplos, no me extraña que los colectivos que han convocado las manifestaciones del 8M en Madrid estén de uñas y consideren que se les ha tratado de manera injusta. Reconozco que tienen una parte de razón, pero creo que una manera de apoyar mejor a las mujeres es realizar actos que compatibilicen la legítima reivindicación con la salud de las personas.
Existen muchas y diversas maneras de comunicar a la sociedad el mensaje que se quiere transmitir y, en estos momentos, es conveniente tirar de creatividad y reinventarse. Los medios de comunicación, con total seguridad, se van a hacer eco de cualquier evento y le van a dar la importancia que tiene, ya que, por lo general, están comprometidos todos los días del año con esta ardua labor de empoderar a las mujeres.