Podemos, en su laberinto

Santa Cruz de Tenerife

El nombramiento de Blas Acosta como miembro del Gobierno es incompatible con la ética de Podemos.

Así lo sostiene esta formación, que ha decidido echar un pulso a Angel Victor Torres y a sí misma, abriendo una consulta sobre si seguir o no en el Pacto de las Flores si el presidente de Canarias no da marcha atrás en su decisión.

Es la guinda que le faltaba al culebrón protagonizado por los socialistas canarios a cuenta de la designación del senador por la comunidad autónoma, tras apañar una mala solución para zanjar una pelea de gallos.

Torres ha recordado a Podemos dos obviedades: una, que no admite a amenazas de nadie y menos aún de un socio de Gobierno. Y dos, que en asuntos internos del PSOE, Podemos no tiene ni voz ni voto.

Su salida de tono encierra a Podemos en su laberinto: o traga con Blas Acosta como compañero de viaje o abandonabel cuatripartito de progreso.

Tanto temor a una moción de censura por la derecha y resulta que el enemigo estaba dentro, y no era por cierto el socio gomero.