La perturbadora "Beginning"en la Filmoteca
Córdoba
Fascinante y perturbador es el estreno que nos brinda la Filmoteca de Andalucía: “Beginning”, la muy merecida Concha de Oro de la pasada edición del Festival de San Sebastián. Ópera prima de la georgiana Dea Kulumbegashvili, ganadora, igualmente, de los premios a mejor dirección y guion (coescrito junto a Rati Oneli, uno de los intérpretes de la cinta). También galardonada con el Fipresci en Toronto y candidata por Georgia a los Oscar.
Esta directora forma parte de la denominada “Nueva Ola” del cine georgiano, que se encuentra en un momento de eclosión y ha irrumpido con fuerza en el panorama de los festivales internacionales de cine. En este país cada vez más realizadoras se han incorporado a la profesión y, además, sus narrativas abordan temáticas relativas a la situación de la mujer en el contexto actual de Georgia, pero también del resto del mundo.
Sin duda, la fuerza visual y narrativa de “Beginning” no ha pasado desapercibida en los certámenes cuya programación es más rigurosa y exigente, y el propio Festival de Cannes la había seleccionado para su sección oficial en la última edición, cancelada por la pandemia. A esa competición ya acudieron los cortometrajes previos de esta realizadora: “Léthé” e “Invisible spaces”, que dejaba ver una sociedad donde las mujeres son ese "espacio invisible" a que hace referencia el título, en tanto que carecen de poder de elección o decisión. Una situación de cuasi encarcelamiento en el propio hogar, algo similar a lo que muestra “Beginning”.
La escena inicial de esta es toda una declaración de intenciones que condensa en fondo y forma la esencia de lo que se va a desarrollar a lo largo de las algo más de dos horas y media del metraje. Presenciamos un oficio religioso de una pequeña comunidad de Testigos de Jehová y, en medio del significativo sermón acerca del sacrificio de Isaac, el hijo de Abraham, un grupo integrista intenta incendiar el templo con sus ocupantes dentro.
A partir de ahí, la película se focaliza en el personaje de Yana, la esposa del pastor, cuya cotidianidad transcurre entre cuidar a su hijo e impartir catequesis. Una mujer cuyas frustraciones y anhelos podemos vislumbrar y que, a raíz de la situación impactante en que se ve envuelta, comenzará un proceso de transformación. La actriz Ia Sukhitashvili recibió con toda justicia la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina, ya que con su trabajo que participemos de las turbulencias que inquietan a su personaje.
La extensa duración de algunos planos no es un mero desafío al espectador, sino una elección formal destinada a suscitar en él reacciones y a ofrecerle la oportunidad de contemplar detenidamente, acercarse a la protagonista, acceder a su intimidad y detenerse a traducir sus emociones. La transformación de esta nos la presenta también la directora a través de un larguísimo plano fijo en que la muestra tumbada en el bosque y que se erige en la escena central de la película, un momento mágico de transfiguración.
No será la única secuencia impactante y donde la maligna belleza del paisaje interpele nuestros sentidos y pensamientos en un filme atravesado por temáticas como la naturaleza de la violencia, la represión, la identidad, el matrimonio, la maternidad, el deseo, la religión (y, por ende, el pecado y la culpa) o el abusivo funcionamiento de algunas instituciones como herencia de la mala praxis en el pasado. Y, ante todo, supone la mirada de una joven directora acerca del modo en que en algunas sociedades el patriarcado aún se impone y perpetúa con fuerza, de manera aterradora.
Entre las influencias cinematográficas que la realizadora declara se encuentran Jean Vigo o Andrei Tarkovsky, pero sin duda, también detectamos la aspereza de Michael Haneke o Carlos Reygadas (que, además, es coproductor del filme).
Luca Guadagnino, presidente del jurado del Festival de San Sebastián que otorgó la Concha de Oro a la película, la calificó como “una revelación, un momento de cine auténtico que llena de llamas la pantalla". Y ahora tenemos la oportunidad de disfrutarla en la Filmoteca de Andalucía en sus proyecciones del 12 y 19 de marzo.