Sacrificarse por los mayores

Valencia

Siempre sospeché que de la pandemia no íbamos a salir mejores. Y, desde luego, el tiempo nos está dando la razón a los escépticos. Pero hay algo de lo que no se habla mucho y que, sin embargo, me parece muy positivo y que hay que destacar: como sociedad, nos hemos sacrificado por los mayores.

Es cierto que hay quien dice que seguimos con nuestro día a día como si nada, en plena pandemia, porque los que se mueren son sobre todo los ancianos. Seguramente, si los miles de muertos no fuesen los de las residencias sino niños y jóvenes, estaríamos hablando de otra cosa. Pero también me parece que hay que valorar cómo hemos asumido este cambio brutal en nuestras vidas, por un virus que a la mayoría ni nos afectaría especialmente.

Nadie cuestiona, por ejemplo, que la vacunación haya empezado en las residencias de mayores. Después de la lista de peticiones de todo tipo de colectivos para vacunarse cuanto antes, una se esperaría que alguien saliese a decir que, total, los ancianos no viajan, que su vacunación no reactivará la economía. Igual es conformarse con poco, pero algo hacemos bien.