Las voces femeninas llenan la radio
A Coruña
Ha sido la semana de la Mujer, el 8 de marzo, su día internacional, llenó de voces femeninas la radio. Y de polémica... y es que a veces fijarnos en el árbol, nos impide ver el bosque. En este caso un bosque de desigualdad, de violencia, de rechazo, de techos de cristal, de vergüenzas heredadas, de miedo y de micromachismos que muchas aún tenemos inoculados. Este ocho de marzo comenzó días antes. Muchas mujeres asumieron que pr responsabilidad no saldrían a la calle. Muchas no lo hicieron, pero otras muchas cambiaron de opinión al ver que una vez más la culpa nos viene de serie. El ocho de marzo de 2020 fue la causa del coronavirus en España. El ocho de marzo de 2021 sería un freno a la desescalada que escalón a escalón vamos bajando. Como los escalones que no nos dejan subir los herederos del patriarcado. Nada dicen esos que claman por el control de la pandemia de las manifestaciones de los trabajadores de Alcoa, de los mariscadores de la ría de O Burgo, de los vecinos de San Vicente de Elviña, de la Sanidade Pública, de los pensionistas, de los pensionistas retornados, de los empleados públicos... de los trabajadores de Ence que colapsaron hace unos días el centro de A Coruña. No, ellos, sí pueden salir a la calle. El miedo es libre y el miedo al contagio también, pero no censuremos el derecho a mostrar que la desigualdad aún es una realidad. Con medidas, restricciones, mascarillas y separaciones, sí, pero en la calle.
Yo esta semana me quedo con dos voces. Con la de Emma Lustres, primera mujer consejera delegada del depor. La primera en sus más de 115 años de historia.
En su entrevista en esta casa admitió sentir miedo cuando iba sola por la calle sola cuando se podía salir de bares hasta el amanecer y asumió que para llegar a puestos de responsabilidad hay que echar los restos, "hay que ser más fuertes de lo normal", dijo. ¿Aún más? Y también me quedó con la de una niña de Cambás, un pueblo de A Coruña, donde la Galicia vaciada se ceba cada día. Ella reclamaba el derecho a la igualdad de la mujer del rural. Mujer que trabaja en la ganadería, la agricultura, trabaja en la casa, de cocinera, limpiadora, administradora de cuentas, de cuidadora de niños y mayores. Una niña que me recuerda que la lucha feminista viene con más fuerza y mar de fondo. "Somos las nietas de las brujas que no conseguisteis quemar", decía en morado algún cartel de un grupo de adolescentes en una de las manifetsaciones de esta semana. El año que viene veremos, la lucha es cada día.
Semana 28 de esta atípica vuelta. En busca de la normalidad, si es que aún existe... que la radio no pare.