Miquel Jaume, figura eterna en el Palau

Palma

La de ayer fue una de esas pocas veces en las que el deporte y el espectáculo quedan, y así debe ser, en segundo plano. Era una jornada muy marcada por un hecho de suma transcendencia que tenía lugar a principios de semana. Sin duda, la jornada número 23 de la LFNS de la temporada 2020-21, quedará marcada para siempre en los libros de historia del Palma Futsal. Sin duda, ayer, fue el día en que el fútbol sala en Son Moix rendía homenaje, y de la mejor manera, a la figura del gran Miquel Jaume. 

Desde la previa, la cita frente al Córdoba estuvo marcada de detalles y actos en memoria del fallecido presidente. Fue sin duda una tarde de lo más emotiva, donde jugadores, staff técnico, trabajadores y aficionados se acordaron, de principio a fin, del gran presidente y fundador de la entidad. Incluso en el día de hoy, en pabellones como el Palau Sant Jordi, sede del Barça FS, se ha guardado un minuto de silencio en su recuerdo. La vida y obra de Miquel Jaume, desde luego, va más allá de los resultados dentro del parqué.

 El Palau de Son Moix se encontraba ayer inundado de tristeza. No es para menos. Sin duda uno de los grandes momentos de la gala lo protagonizó el gran capitán, Carlos Barrón, quien cogió el gran ramo de flores, con los colores del club, situado en el centro de la pista y lo subió por la grada para colocarlo en el que será para siempre el sitio de Miquel Jaume en el palco de la grada, mientras sonaba de fondo música a piano y a violín que cargaban, más si cabía, el acto de emotividad.

El palco vacío permaneció durante todo el encuentro, luciendo además una pancarta con el lema "Gràcies, Miquel". Tras lo de Barrón, el partido no podía arrancar sin seguir el tradicional minuto de silencio que se celebra en estos casos. El matiz diferencial, fue que pocas veces se ha visto un minuto se silencio tan sincero, sentido y emocionante como el que se pudo ver en el Palau de Son Moix, donde toda la plantilla del Palma Futsal se abrazaba en un corro en el centro del campo, junto con los hijos de Miquel, y el vicepresidente de la entidad. Sencillamente, lo más emotivo de la temporada. 

Jaume, Tomeu Quetglas, del director general, José Tirado, con todos los trabajadores del club y apoyados por Javier Lozano, presidente de la LNFS. En la otra parte de la pista, el Córdoba Patrimonio, que cedió el círculo central al equipo palmesano para que ocuparan la pista para rendir el tributo a su difunto presidente. Nunca antes se había vivido un momento tan emotivo en Son Moix, con un acto sencillo, simbólico y muy sentimental.

A todo esto, plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club lucieron durante todo el encuentro un brazalete negro con el lema "Gràcies, Miquel", lema que también se proyectó en los leds de la pista durante todos los actos de recuerdo al dirigente. Y es que, por muchos años que pasen, la semana que estamos a punto de cerrar va a quedar marcada, para siempre, en la sede del Palma Futsal, el hogar de Miquel Jaume.