Un año para olvidar: desde la adaptación hasta la peor pérdida
Un año muy especial para todos. Cada uno lo ha vivido desde sus situaciones personales de formas diversas: desde la aceptación hasta el drama más grave de sus vidas. Salir a la calle es encontrarse con testimonios de todo tipo
Zaragoza
Los hay afortunados que apenas lo han sufrido porque son de un pueblo. “Me siento normal, no he cogido nada, somos de un pueblo y allí no se ha notado prácticamente nada”, dice un encuestado. Otros se han adaptado y lo van llevando. “Me he hecho a las circunstancias, ahora voy con un amigo paseando y dentro de lo que cabe voy tirando lo mejor posible”, nos dice un hombre que encabeza un grupo de paseantes.
La inmensa mayoría lo ha vivido en carne propia
La dimensión de lo vivido es, ciertamente, grande, pandémica. Y es muy fácil encontrar a personas que lo han vivido de forma directa. O bien porque tiene familia sanitaria. “Mi prima es médico, su pareja también, mi hermana ha estado ingresada y han sido muchos sustos”, nos dice una joven. Hay otras personas que han conocido por primera vez el significado de la palabra ERTE. “No nos faltaba trabajo, pero tampoco nos sobraba”, apunta un hombre, “mal en cierto punto como mucha gente”.
Otras personas están sufriendo paro y cierre. Un matrimonio nos decía que se dedican a la hostelería y que “me siento fastidiado por las restricciones y los cierres; has sido un año muy duro en el que se ha paralizado todo, no tenemos ayudas y no nos han dejado trabajar”.
Otro joven nos informaba que él está de Erasmus. “Estoy estudiando en Reino Unido”, nos dice, “y ahí la situación es muy distinta, tengo que quedarme aquí pagando alquiler ahí”
Y sí, la situación es tan grave que encontrar en la calle personas que han sufrido fallecimientos cercanos es muy sencillo. Una mujer nos decía que su año ha sido “horroroso porque mi padre cayó enfermo en plena pandemia, me lo devolvieron en unas condiciones lamentables, se fue empeorando y falleció en agosto”.
Finalmente, una mujer, cuando le preguntamos si cree que hemos aprendido algo nos dice: “no hemos aprendido nada, los políticos no tienen altura de miras para unise y para trabajar por el bien común”.