Moraleja: Dioni no se toca

León

Como el algodón, las ausencias de Dioni Villalba no engañan. La incomprensible decisión de su entrenador en un partido que podía marcar el desarrollo de la segunda fase dejó a la Cultural huérfana. Sin su estrella fue un equipo inofensivo. Lo venían diciendo los números. Desde febrero, tras salir del aislamiento, Dioni ha marcado el paso y, en su defecto, los defensas. Marcó el gol de los suyos ante Sporting B y Valladolid Promesas, participó decisivamente en los tres goles ante el Vetusta, de sus botas salieron los disparos que los zagueros del filial oviedista y del Burgos convirtieron en gol y enjugó el tanto del Langreo con una obra maestra en forma de remate. El resto de los goles culturalistas en este tramo llevan el sello de Rodas, en dos ocasiones, Toni Abad y Samu Araújo.

Es evidente que con su carta ganadora la Cultural está en condiciones de llegar muy lejos, incluso de no echar de menos lo regalado ante el colista, pero no es menos cierto que la 'Dionidependencia' puede tener efectos secundarios. Ni Héctor Hernández, con dos goles en todo el campeonato, ni Bravo (2) ni tampoco Ciampichetti, cuyo debut como titular en liga resultó decepcionante, están a la altura. Tampoco hay noticia de la segunda línea. Pipo no la rompe, Álvaro Juan va de más a menos y a Kawaya hace tiempo que se le espera entre lesión y lesión. Escardó surge ahora como brote verde.

La estadística es fiel a las sensaciones que se transmiten desde el réctangulo de juego y en lo que no pareció reparar Idiakez, al que aún le pitan los oídos un día después del descalabro. El malestar de los aficionados a cien kilómetros de distancia era el mismo que no podía disimular algún directivo presente en el "Álvarez Rabanal". Todos se hacían la misma pregunta: ¿Por qué?, ¿por qué la Cultural volvió a salirse del guión? , ¿por qué Burgos, Tudelano, Calahorra o UD Sanse, equipos de liga Pro desde la semana pasada, creyeron en lo que está por venir sin necesidad de proteger o premiar?