¿Cómo llevar una alimentación vegetariana en la infancia?

¿Los niños deberían comer de todo? “Lo que persigue la industria alimentaria es justo eso, pero la ciencia nos dice lo contrario. Un factor que contribuye a la obesidad infantil es ese mensaje que nos traslada la industria: los niños tienen que comer de todo. No es así”, afirma el dietista-nutricionista, Julio Basulto, coautor junto a María Manera del libro Alimentación vegetariana en la infancia.

El camino de la alimentación saludable en las primeras etapas de vida es un continuo descubrimiento que se disfruta más si se hace en familia. “Cómo se come con los niños es importante, igual que el qué se come. Tiene una gran trascendencia a la hora de prevenir trastornos alimentarios y promover hábitos saludables. Usar este entorno de la comida es un valor de comunicación”, señala María Manera, dietista-nutricionista. Sentarse a la mesa es mucho más que un acto cotidiano; implica charlar, compartir... Conlleva tiempo, y ese tiempo implica vivencias en torno a las figuras que rodean esa mesa: padres y niños". “Las familias que comparten mesa, comparten unos valores y una manera de vivir la infancia”, subraya el psicólogo Alberto Soler, experto en crianza.

Un entorno obesogénico

El marco alimentario que nos rodea hace más difícil las elecciones, ya que la oferta está llena de muchos productos malsanos. “El problema de la obesidad viene de hace tiempo, la covid no es la causa directa. El entorno obesogénico se viene gestando desde hace años”, admite María Manera, dietista-nutricionista.

La intención del libro Alimentación vegetariana en la infancia, en el que también han participado María Blanquer y el pediatra, Pepe Serrano, es “mostrar que la dieta vegetariana es compatible con la salud, incluso en un período como la infancia. También desmentir que la dieta vegetariana es un 'Santo Grial'. Si no está bien, planificadla, si no hay un buen entorno familiar, los niños no querrán comer bien”, reconoce Basulto.

El ambiente en casa es clave. Los padres actúan como referentes de sus pequeños. “La familia actúa como modelo, genera hábitos y expectativas en torno a los alimentos”, admite el psicólogo Alberto Soler.