Derrota y cruda realidad
El BlasGon y CERES Villa de Aranda pierde ante Puerto Sagunto comprometiendo aún más las escasas opciones de permanecia (22-27)
Javi García intenta un lanzamiento ante Puerto Sagunto. / Imagen facilitada
Aranda de Duero
La derrota más dura de la temporada. El BlasGon y CERES Villa de Aranda pierde por méritos propios en el partido más importante de la temporada. No compareció ni la garra ni el espíritu de un equipo que se jugaba en mantener viva la pequeña llama de la esperanza por la salvación en Liga ASOBAL.
Podían esperarse los nervios, el ritmo tenso, los errores no forzados en pases y lanzamientos. Aspectos todos que marcaron el devenir del partido, sobre todo en su primera parte. Mandó prácticamente durante los primeros 30 minutos en el 40x20 ribereño la escuadra rojiblanca. Del 1-3 y 2-4 igualaría un Villa de Aranda atenazado. Era partido de las grandes tardes. Tiempo muerto de Alberto Suárez, había que reaccionar. Pero costaría. Los errores no forzados lastraban a una escuadra sujetada por su público. 6-6. El partido y favoritismo comenzaba a dar visos levantinos. La veteranía se imponía a la bisoñez amarilla. La escuadra de Nogues superaba a la de Suárez. Y llegaría la máxima renta del partido 7-10. Había que cicatrizar la herida para no desangrar las posibilidades de seguir vivos en el partido y la categoría. Y así en ese clima creciente de inseguridad debía remar un Villa de Aranda que debía hacerse adulto. Mejoraron las previsiones para cerrar el primer envite de la tarde. 10-12 al descanso. Tenía que haber partido.
Aprovechó su superioridad el BlasGon y CERES Villa de Aranda para 11-12. El partido mantenía el nerviosismo. Tanto en juego... 12-14. Sonreía la cara del triunfo parcial a los levantinos. A falta de 15 minutos para el final, oscuridad. Máxima desventaja, 15-19. Se escapaba el triunfo. Quedaba el espíritu del Príncipe y la raza de un equipo que debía creérselo. Megías acercó a tres a los ribereños. Pero la escuadra de Nogues siguió a los suyos para dinamitar el partido y marcharse con la máxima renta, 16-21. 10 minutos. Larga agonía. Roja a Matheus. 19-22. De ahí al final... algo impensable un equipo derrotado, sin alma. Lesión de Brain. Y de 19-24 el choque se cerraría con un elocuente 22-27. El final del sueño se acerca.
Ahora, sin apenas descanso en esta Liga ASOBAL de calendarios desiguales, espera Anaitasuna en Pamplona el sábado a las 20:30 horas.
