No lo entiendo
La Firma de Guillermo Granja
"No lo entiendo", la Firma de Guillermo Granja
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Palencia
Me tengo por una persona racional y que intenta tomar sus decisiones de la forma más coherente posible. Quizás por eso soy incapaz de entender alguna de las últimas decisiones que se están tomando en relación con la pandemia.
Estoy cansado de ver todos los lunes noticias sobre extranjeros, especialmente franceses, que vienen los fines de semana a Madrid a pasarse una juerga, ya que en su país es imposible. Por unos 200 euros tienen el paquete completo: vuelos de ida y vuelta, alojamiento en un piso turístico y pruebas pcr's.
En Castilla y León no tenemos este problema, ya que no hay ningún aeropuerto internacional, aunque podrían fletar un vuelo charter y presentarse en Valladolid, Salamanca, León o Burgos, ya que las fronteras no están cerradas y, con una prueba de no más de tres días negativa, se puede entrar en España desde cualquier parte del mundo.
Lo curioso de la situación es que, en nuestro caso, no podemos salir de nuestra comunidad autónoma porque tenemos un confinamiento perimetral. Tengamos o no una prueba negativa en covid en los últimos tres días ni aunque estemos vacunados con las dos dosis de rigor para estar protegidos.
Todos los especialistas del tema tienen claro que la movilidad es uno de los factores que más potencian la propagación del virus. Por eso, no entiendo por qué se dejan las fronteras abiertas de par en par, sin más restricción que una prueba negativa, que pocas veces se solicita al llegar, como se ha denunciado en numerosas ocasiones.
A simple vista, los españoles no debemos ser europeos ni ciudadanos del mundo, ya que en nuestro caso la movilidad entre regiones está totalmente prohibida.
Si los gobernantes están convencidos de que no nos podemos permitir una cuarta ola y que debemos de extremar las medidas, especialmente en las próximas vacaciones de Semana Santa, deberían prohibir la llegada de personas extranjeras que no tengan una causa muy justificada. Además, habría que practicarles un test de antígenos al llegar y que realicen una pequeña cuarentena, sometiéndose de nuevo a una prueba diagnóstica.
Esto no es invención mía, es el método que utilizan en países asiáticos y en Nueva Zelanda o Australia. Su nivel de contagios es ínfimo y, como hemos podido comprobar en el abierto de tenis de Sidney, pueden realizar una vida normal sin mascarillas y con todo funcionando como antes de la pandemia.
Alguien me puede decir que lo tienen más fácil porque son islas, pues convirtámonos en una de ellas y cerremos las fronteras terrestres, marítimas y aéreas. Con Portugal ya hace meses que están cerradas y no pasa nada grave, sólo nos queda Francia y Andorra. Por cierto, que los franceses tienen restringida la entrada desde España a su país, y eso que tienen datos de personas infectadas mucho peores que los nuestros.
Nos pasó con Italia en la primera ola, nos pasó con los temporeros en la segunda y en la tercera ya fue el desmadre total. ¿Aprenderemos alguna vez a saber cómo controlar al virus? Veo que no, por lo que espero que lleguen pronto muchas vacunas para que antes de finalizar el verano, la mayoría, estemos inmunizados.