Condenados por media hora

Vigo

Para puntuar ante uno de los grandes de la Liga es necesario mantener un buen nivel durante los noventa minutos. Esta premisa no la cumplió el Celta ante el Real Madrid (1-3) y, en consecuencia, sumó la segunda derrota en Balaídos con Coudet en el banquillo.

Desde los primeros compases del encuentro se vio que Zidane ganó la partida al técnico celeste, que no supo dar hasta el segundo tiempo con una respuesta a los cuatro centrocampistas que colocaron los blancos de inicio. Los vigueses se vieron atrapados en la salida de balón en corto y superados en el mediocampo. Con este panorama, el Real Madrid dominaba a placer y la primera que cazó Benzema dentro del área acabó en gol en el minuto 20, gracias a un control y a una definición exquisita. El Celta estaba noqueado y Kroos aprovechó un despiste de Renato Tapia en una salida de pelota para robarle el balón y dejárselo a Benzema, que definió a la perfección sin oposición dentro del área.

Con 0-2 a la media hora de juego despertó el conjunto vigués y sin nada que perder dio un paso adelante en su presión y actitud. Al filo del descanso, Denis Suárez puso una falta en el área que Santi Mina cabeceó a la red ante la pasividad de la defensa merengue. Con este guion, el encuentro fue otro en la segunda parte: el Madrid dio un paso atrás y apostó por cederle el balón al Celta y crear peligro al contragolpe. Denis ejerció de lider con el esférico y Aspas entró en juego, teniendo en sus botas las dos mejores ocasiones. En la primera, su disparo desde la frontal lo despejó Cortouis con una gran intervención; en la segunda, su lanzamiento de falta pegó en el poste tras un toque salvador de Casemiro con la cabeza en la barrera.

El Celta estaba volcado en busca del gol del empate y en el descuento Benzema regaló el tercer tanto a Marco Asensio, que solo tuvo que empujar la pelota a la red en el área pequeña sin la oposición de Iván Villar. Un 1-3 final que parece exagerado cuando los vigueses tuvieron ocasiones para lograr el empate. Ahora llega un parón de la Liga por los compromisos de selecciones con el equipo en una posición tranquila en mitad de tabla, muy lejos tanto de los puestos europeos como del descenso. Un descanso para coger oxígeno de cara al tramo final de temporada y de reflexión para Coudet, que ve como sus jugadores y su táctica están perdiendo fuelle con el paso de los partidos.