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Vacunas covid y trombosis cerebral

La firma de Tomás Segura, neurólogo en el Hospital de Albacete y Profesor Titular de Neurología de la UCLM

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En los últimos días ha surgido entre la población un cierto sentimiento de alarma por las posibles complicaciones de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca. Esto se ha hecho muy patente tanto los medios de comunicación como en el nivel clínico asistencial. Prácticamente cada jornada reciente los médicos hemos recibido recado de varios pacientes nuestros, muchos de ellos dedicados a la función docente, que nos preguntaban si considerábamos oportuno que ellos se pusieran esta vacuna que tienen ya muy próxima. Como neurólogo tiendo a darle mucha importancia a mi especialidad y quizá por ello creo que gran parte de la alarma social que ha surgido con respecto a las complicaciones generadas por la vacuna mencionada tiene que ver con el hecho de que algunas de las complicaciones hayan afectado al cerebro.

Toda vacuna pretende generar en el individuo al que se le administra una reacción inmunitaria, que es la base de la defensa contra el microorganismo al que se quiere combatir. Pero hace ya mucho tiempo que los científicos observaron que toda reacción inmunitaria comporta un aumento de la tendencia a la trombosis, porque en el fondo para limitar la extensión de una infección a otras partes del organismo la trombosis es un mecanismo eficaz, y la Naturaleza tiende a aprovechar todos sus recursos.

Como quiera que la circulación en una vena es mucho más lenta que en una arteria, la tendencia a la protrombosis suele manifestarse mucho antes como trombosis venosa que como trombosis arterial. Lo llamativo de la vacuna de AstraZeneca es que una parte significativa de los muy escasos ejemplos de trombosis venosa que han sido comunicados se situaban en el cerebro, es decir, eran trombosis venosas cerebrales. El cerebro posee una circulación venosa muy peculiar, distinta a la del resto del organismo, básicamente porque no existen válvulas en las venas cerebrales. Siempre le cuento a mis residentes que el retorno entre cualquier punto circulatorio del cerebro y el corazón se hace libre, con la presencia de una única y solitaria válvula venosa, situada en el cuello, no en la cabeza, en la porción más alejada del cerebro de la vena yugular.

Posiblemente por el hecho de que no haya válvulas y por tanto que la circulación dentro de una vena cerebral pueda ser hacia un lado y también hacia el contrario hace más difícil fenómenos trombóticos en este territorio, que en la práctica clínica casi se limitan en exclusiva a pacientes con determinadas mutaciones genéticas de factores de la coagulación, pacientes sometidos a una enfermedad oncológica grave o mujeres bajo tratamiento hormonal o con los vaivenes hormonales que produce el embarazo y el puerperio.

En nuestro Hospital esto supone sólo 2-3 casos cada año, cuando, para ponerlo en contexto, en ese mismo periodo de tiempo los neurólogos atendemos casi 1000 pacientes con ictus, es decir, con trombosis arteriales cerebrales. Es por ello que la Agencia Europea del Medicamento pidió estudiar los pocos casos de trombosis venosa cerebral que se habían comunicado para finalmente concluir que no había indicios de que la vacuna tuviera una relación fundamental con esta patología.

Por eso la recomendación que hemos dado a nuestros pacientes estos días ha sido que sigan las indicaciones del ministerio y se pongan la vacuna contra el coronavirus, sea la de ARN (Pfizer o Moderna) o la más tradicional de AstraZeneca. La tasa de complicaciones hasta ahora observada en países que se han vacunado con esta última de manera masiva, como p.e. el Reino Unido, es casi despreciable y por tanto la relación riesgo beneficio resulta muy favorable a la vacunación frente a la posibilidad de adquirir una enfermedad potencialmente grave como es covid-19.

Esto no impedirá que en algunos escasos pacientes pueda aparecer una complicación y por tanto la recomendación también es observarse, sin hipocondría, en los días posteriores a haber recibido la inmunización. Siempre tendrán a su disposición a todo el sistema sanitario para resolver dudas si es que estas se producen. Aprovecho para desearle a todo el mundo, vacunado o no, una feliz Semana Santa

 
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