Los cines reabren en Córdoba con la esperada 'Nomadland'

Córdoba

Celebramos la reapertura, por fin, de las salas de cine en Córdoba, que nos regalan, además, uno de los títulos imprescindibles del año: “Nomadland”. Son muchas las razones para recomendar esta película. En primer lugar, la joven directora china-estadounidense que la firma, Chloé Zhao, cuyos dos largometrajes previos pasaron por los más prestigiosos festivales. El primero, “Songs My Brothers Taught Me”, por Sundance y Cannes. El segundo, “The Rider”, obtuvo, entre otros, el máximo galardón de la Quincena de Realizadores de Cannes y puso a su directora en el foco de atención de la industria cinematográfica. Este hecho enlaza directamente con su tercer largometraje, del que ahora hablamos, que mereció el León de Oro de la Mostra de Venecia, integró la sección Perlas del Festival de San Sebastián (que estrenó la cinta en nuestro país) y ahora ostenta seis nominaciones a los Premios Oscar.

El punto de partida es el libro de no ficción “Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century”, de la periodista Jessica Bruder, cuyos derechos adquirió la actriz Frances McDormand, que (tras quedar fascinada por “The Rider”) acudió directamente a Chloé Zhao para que se pusiera al frente del proyecto. Es también la realizadora quien firma el guion donde añade elementos de ficción a la obra literaria original. Así nace Fern, el personaje protagonista al que da vida Frances McDormand y que, junto al de David Strathairn, forman parte de un reparto donde los demás son nómadas reales que se representan a sí mismos.

Ampliar

La narración arranca en un pueblecito de Nevada, que tras la recesión de 2008 cierra la fábrica que daba vida al lugar, por tanto, sus habitantes lo abandonan y el código postal del lugar desaparece. Fern introduce todas sus pertenencias en una autocaravana y comienza una nueva vida como nómada. En su itinerario de trabajos eventuales por distintos lugares va entablando amistad con gente en sus mismas circunstancias. Conocemos a una serie de personas en edades cercanas a la jubilación realizando trabajos que requieren esfuerzo físico y enfrentando dificultades de todo tipo pero que, sin embargo, también experimentan la alegría de trabajar y vivir en plena naturaleza.

La película muestra la cara oculta del sueño americano, a la vez que reflexiona acerca del alma de EEUU, e invita a una libertad en la tradición literaria de Emerson o Thoreau y remite, igualmente, a una situación similar a la planteada por John Steinbeck en “Las uvas de la ira”, que luego adaptó al cine el maestro John Ford. El eco de esta y otras cintas clásicas del pasado estadounidense reverberan en “Nomadland”.

El filme, que rezuma autenticidad y humanidad, nos lleva a cuestionarnos acerca del frenético mundo en que desarrollamos nuestra existencia, donde danzamos en aras de satisfacer las necesidades que nos impone un sistema que pocas veces colma parcelas que no sean económicas ni nos proporciona equilibrio interior. ¿No resulta envidiable, en cierta medida, una vida nómada, pero en comunión con la naturaleza e interactuando con nuestros semejantes?

En un momento en el que todos hemos visto reducidas nuestras posibilidades de hacer grandes viajes, esta película, donde el paisaje cobra tanta relevancia, nos invita a acompañar a la protagonista en su peregrinar espiritual y físico, a trasladarnos durante los poco más de 100 minutos que dura el metraje, desde Nevada, a las Badlands en Dakota del Sur (donde la directora rodó sus dos primeros largometrajes), Nebraska, Arizona, hasta finalizar el recorrido en el Point Arena de California. E igualmente a pasear nuestra mirada por el rostro de Frances McDormand, cuya piel arrugada dibuja los surcos emocionales de una vida.

La elección de la música que acompaña a las imágenes no puede resultar más adecuada, composiciones de Ludovico Einaudi, inspiradas en la naturaleza, a las que se unen canciones de Nat King Cole, Paul Winer o Cat Clifford, cuyo tema “Drifting away I go” acompaña los títulos de crédito finales tras la dedicatoria: “a los que tuvieron que partir”. Y, como los nómadas no dicen adiós, la despedida de la película proclama “Nos vemos en el camino”.

Escucha aquí la sección completa de cine de este viernes, 26 de marzo, en Hoy por Hoy Córdoba, con Carmen Castilla y Javier Lozano