SER Cuenca edita un DVD especial de la Semana Santa y regala la Crónica de 2019
El audiovisual está ya a la venta en los quioscos al precio de seis euros
Cuenca
SER Cuenca edita un DVD especial sobre la Semana Santa de la ciudad en el que ofrece una reflexión sobre cómo hemos llegado hasta aquí, qué retos tiene por delante y qué puede suponer el parón de dos años sin desfiles procesionales. Voces expertas de nazarenos de Cuenca como José Miguel Carretero, Jorge Sánchez Albendea, Sara Robles, José Vicente Ávila o Antonio Garrote aportan sus conocimientos en esta reflexión. El DVD viene, además, y de regalo, con un segundo capítulo, Crónica de la Semana Santa de 2019 que sigue la serie emprendida hace dos décadas por la revista Crónicas de Cuenca y continuada por la SER para completar la historia de las procesiones de la capital en el inicio de este siglo XXI. Todo está a la venta desde el viernes 26 de marzo en un mismo pack por seis euros en los quioscos de la ciudad. En Hoy por Hoy Cuenca hemos presentado este DVD con Aurora Duque, directora de SER Cuenca y con José Miguel Carretero, uno de los nazarenos colaboradores. Podéis escucharlo a continuación:
SER Cuenca edita un DVD especial de la Semana Santa y regala la Crónica de 2019
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La Semana Santa de Cuenca llega al inicio de la tercera década del siglo 21 acompañada del esplendor que sus nazarenos han conseguido imponerle a lo largo de los años. Afán y devoción, empeño y trabajo, colaboración y esfuerzo, detalle y amor, complicidad y pasión.
Cada vez que un paso sube las cuestas del casco antiguo de Cuenca, son todos los nazarenos los que empujan; cada vez que una horquilla golpea en los duros adoquines, es toda una ciudad penitente la que camina; cada vez que una tulipa ilumina las calles estrechas y retorcidas de Cuenca, son miles de ojos los que reflejan su luz; cada vez que un bancero siente el peso de su imagen en sus hombros, son cientos los amigos que le ofrecen su abrazo; cada vez que una marcha procesional suena entre el Júcar y el Huécar, son todos los corazones nazarenos los que acompasan su latir.
Llegar hasta aquí ha sido un camino constante y decidido. Llegar hasta aquí ha sido un empeño de muchos y una labor mantenida de generación en generación. Llegar hasta aquí ha sido un objetivo imprevisto pero satisfactorio.
La Semana Santa de Cuenca goza del título de Interés Turístico Internacional por una razón muy sencilla, porque sus nazarenos supieron recrear la Pasión de Jesús de Nazaret en el escenario que tenían en la puerta de su casa y resultó ser el mejor decorado que nadie podría imaginar.
¿No hay olivos en esta tierra castellana? ¿No son sus páramos invernales desiertos en los que hacen penitencia sus escasos habitantes? ¿No es el Júcar un Jordán ibérico? ¿No es Cuenca una Jerusalén pintada de colores? ¿No son estos cerros calvarios empinados a los que subir con la cruz a cuestas? Si ya tenían el decorado, qué poco les costó después, llenarlo de pasión y de duelo, a unas gentes curtidas ya, a lo largo de los siglos, en pesares y resurrecciones.
¡Será por empeño! Solo había que mirarse unos a otros para darse cuenta de que, entre todos, nada es imposible. Lo sabían aquellos que trazaron con sus túnicas de cola un camino primitivo que fue fácil de seguir después por las generaciones posteriores. Solo había que mantener lo logrado, y añadir y mejorar poco a poco, cada año, lo que ha permitido a esta Semana Santa de Cuenca llegar a ser lo que es.
No sabemos cómo será esta Pasión conquense dentro de varias décadas. Lo que sí tenemos claro es cómo es ahora. Es mística porque sus misereres no podrán sentirse igual más allá de esta ciudad encantada. Es dolorosa porque en ningún otro lugar se pena igual para llegar al Calvario. Es abrumadora porque su pasión se contagia sin medida entre sus filas de nazarenos. Es silenciosa porque solo las calles de Cuenca saben enmudecer así cuando pasa una Virgen. Es caleidoscópica porque la luz castellana se acostumbró a reflejarse con armonía sobre sus Cristos. Es armoniosa porque los tambores encontraron un ritmo propio a fuerza de retumbar entre las hoces. Es eterna porque el amor de sus nazarenos se contagia en las calles, en las iglesias, bajo una túnica, al son de un clarín, junto a una Dolorosa, por cuestas empinadas, en la mano de una madre, en el abrazo de un compañero, en la mirada de un niño, en una copa de resoli, en el sudor bajo el capuz, en los pies doloridos, en la música acompasada, en el viento que agita una palma, en el llanto de una campana, en el golpe de la horquilla, en el canto de un miserere y en el estruendo de las Turbas que revientan de pasión en el Viernes Santo de Cuenca.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...