La niña de los cien años

A Coruña

En el siglo pasado, en 1904, la población española entró en shock. Salía la llamada "Ley de descanso dominical", por la cual los negocios de servicios no esenciales debían cerrar en domingo. Una norma por la que muchos se echaron las manos a la cabeza y por la que hoy muchos echamos las manos a la cabeza cuando vemos una tienda abierta en el día del Señor... o la señora. En ese momento generó la polémica sobre todo por el cierre de la hostelería que veía cómo en el fin de semana había más posibilidad de servir cafés. Y así quedó, como un derecho para los trabajadores que cada vez más ven mermados sus propios derechos.

Aquí la hostelería se ha cerrado y no para permitir que sus empleados descansen, sino por salud. Para frenar la expansión del virus que lo marca y nos hemos echado las manos a la cabeza. A las seis de la tarde cierra todo lo no esencial y yo pienso si se convertirá en norma. Ley después de la pandemia que cambiará sin duda nuestros hábitos. Paralelismos con un siglo de por medio que nos hacen, cuanto menos, reflexionar.

Un siglo es la edad que tiene Ana Liñeira. Una niña de 100 años que pasa sus días pintando en una residencia para mayores. Se ha puesto la segunda vacuna. Está sana. Pinta cada día de colorines... flores, paisajes, de todo... Ella nos ha dicho que está "estupenda". Quizás algunas restricciones hayan lleguado para quedarse. Habrá que mirar la vida a largo plazo, con 100 años vista, y es que algunas pueden ser llegar a ser tan positivas como Anita.

Semana 23 de esta atípica vuelta. En busca de la normalidad, si es que aún existe.... que la radio no pare.