"Hay profesionales del teatro en las colas del hambre"

Valladolid

El teatro, un sector en continua crisis, conmemora hoy su día mundial con pocas cosas que celebrar: compañías a punto de echar el cierre, actores abandonando la profesión para conseguir sobrevivir en otros trabajos y teatros cerrados o programando funciones con el patio de butacas medio vacío por las restricciones sanitarias.

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Mientras los actores ponen su mejor cara en el escenario, viven una situación profesional complicada. Ahora mismo muy pocas personas pueden vivir del teatro. "Hay mucho actor que compagina trabajar en una compañía de teatro y en la hostelería, pero ahora lo tienen difícil también en ese sector. Es un problema que nos acompaña desde siempre", asegura Tomás Martín, el presidente de ARTESA.

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Esta situación, que viene de lejos, se ha visto perjudicada por la situación actual de pandemia, provocando que haya profesionales que no puedan llegar a fin de mes. "Hay mucha gente de la profesión en las colas del hambre, no nos vamos a llevar a engaño. Esto es así", remarca Tomás Martín.

Los contratos temporales, precarios y que muchas veces exigen a los profesionales a ser autónomos, lleva a los actores que se forman en Castilla y León a abandonar la comunidad en busca de un futuro. "Muchos actores se están marchando porque las empresas de aquí no le dan el sustento suficiente durante todo el año", nos explica el presidente de ARTESA. Y esta situación deja al teatro de Castilla y León sin 'el músculo necesario' para retomar el trabajo cuando esta situación mejore en un futuro.

Y si las cosas están así de complicadas en la ciudad, el teatro en los pueblos languidece. La situación sanitaria les obliga a seguir unos protocolos para los que no tienen presupuesto. Manuel González es el director de la Feria de Teatro de Castilla y León y coordinador del Teatro León Felipe de Sequeros, una localidad de poco más de 200 habitantes, en la provincia de Salamanca. Nos ha explicado las dificultades con las que conviven para sacar adelante el trabajo.

Para nosotros, para el público, el teatro es ese lugar al que vamos a divertirnos, a emocionarnos, a llorar cuando toca y a reír en muchas ocasiones; es uno de los lugares perfectos para evadirnos de nuestro día a día. Cuando se apagan las luces y se abre el telón, es muy fácil olvidarse de lo que ocurre en la calle, tras esas cuatro paredes, pero no debemos olvidar que, para otras personas, el teatro es una profesión, su trabajo, el medio para poder llevar a casa dinero con el que vivir y desde hace mucho no pueden hacerlo.