El Sporting da un paso de gigante
Fantástica victoria del equipo gijonés en Vallecas, que le coloca cuarto y le permite abrir brecha con respecto a Rayo Vallecano y Ponferradina
Gijón
No era fácil, nada fácil. Pero este Sporting a prueba de bomba lo consiguió. Desde luego, si este no es el año, lo parece mucho. El equipo gijonés tiene ya pie y medio en el playoff de ascenso después de una jornada fantástica, en la que se sobrepuso a las bajas y ganó a su principal perseguidor gracias a un gol de bandera de Pedro Díaz. El Sporting se distancia del Rayo Vallecano y de la Ponferradina (que se dejó dos puntos en su casa contra el Logroñés) y duerme cuarto, superando al Leganés, que si quiere recuperar ese puesto debe ganar el jueves en Mallorca. La presión, ahora, es para ellos. El Sporting sigue a su ritmo.
Hace solo unos días, en el partido contra el Alcorcón, David Gallego se desgañitaba en la banda de El Molinón reprochando a Pedro Díaz que no aprovechara sus condiciones y se atreviera a disparar desde fuera del área cuando lo viera claro. El canterano es de esos alumnos que aprende rápido. No dudó en Vallecas para, con un derechazo fantástico que se fue a la escuadra, marcar el gol rojiblanco cuando apenas se cumplía un cuarto de hora de partido. Gallego sabía lo que decía a un futbolista con ese golpeo de balón.
Como cabía esperar, el Sporting dio un paso atrás a raíz del gol. Y tuvo que sufrir: mucho en la primera parte; casi nada en la segunda, salvo en un susto final ya en el tiempo añadido. Ante un Rayo Vallecano vertical y con mucho potencial ofensivo, Diego Mariño y el palo evitaron el gol del empate, aunque el portero no tuvo su mejor noche y un error suyo al medir a la salida de un corner provocó un susto enorme, de no haber sido por Pablo Pérez que, sobre la línea, evitó el tanto.
El alquimista Gallego, que hace milagros con lo que tiene, iba buscando soluciones a medida que los problemas se presentaban. Viendo que el Rayo volcaba todo su ataque por la banda izquierda, cambió de banda a Cumic y Aitor para que el onubense le echara a Bogdan el cable en defensa que no aportaba el serbio. Al descanso retiró a Pedro Díaz, lesionado, e introdujo en el campo a Cristian Salvador.
En la segunda parte el Sporting supo controlar el partido con menos tensión, bien armado defensivamente, aunque con muchos problemas para llegar arriba. La ocasión más clara estuvo en las botas del canterano Pablo García, que hubiera completado un gran partido si Luca Zidane con su estirada no hubiera evitado,el gol en un gran golpe franco que había sorteado perfectamente la barrera.
El Rayo había dominado pero no había tenido ni una sola ocasión clara. Hasta que en el minuto 91 un disparo de Manu Navarro buscó portería. Resoplaba Mariño que supo reaccionar lo suficiente como para meter un guante, algo flojo, que sacó el balón por encima del larguero.
Sin Djurjdevic, sin Manu García, sin Campuzano, sin Gragera, sin Saúl García... Ganar así tiene mucho mérito. Como toda la temporada de un equipo que este martes ha roto la clasificación, tras su décimo partido consecutivo sin perder. De momento, es cuarto. Ahora, el que pueda, que le baje de ahí.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...