El Ayuntamiento estudia opciones ante la amenaza de la plantilla

Aranda de Duero

El Ayuntamiento de Aranda está estudiando las opciones que tiene para evitar el colapso que podría sufrir si finalmente prospera el recurso que ha presentado UGT contra la Oferta de Empleo Público que sacó a finales del año pasado con 60 plazas para regularizar puestos de trabajo interinos y 28 de acceso libre. La impugnación de este sindicato tiene en vilo al Consistorio, que este martes organizaba una reunión con todos los concejales y los servicios jurídicos para analizar la situación de precariedad en que se encuentra la plantilla y lo que puede venir si quedase invalidada esta Oferta.

La alcaldesa explicaba que la primera medida que puede aplicarse para seguir prestando los mismos servicios está relacionada con la promoción o movilidad interna de algunos empleados municipales. Y es que se da la circunstancia de que mientras algunos departamentos están en una situación muy complicada, el Ayuntamiento presta algunos servicios que son impropios de la administración local. Y en última instancia, dice Raquel González, no quedaría más remedio que externalizar algunas tareas que siempre ha venido haciendo la plantilla municipal. “Nos preocupa, por ejemplo, el servicio del cementerio y tenemos muchas plazas, como oficiales de primera, oficiales de segunda, peones, destinados a electricidad, destinados a servicios y todas estas personas pues, evidentemente, si no se pueden cubrir, de alguna forma tendremos que prestar al ciudadano el servicio, porque no puede quedarse sin luz o sin que se arreglen las aceras”, detalla González.

El plazo máximo que la legislación le concede al Ayuntamiento para sacar a concurso las plazas que no están consolidadas es finales de diciembre de este año. Si llegada esa fecha no pudiera iniciarse este proceso, dice la alcaldesa que esos puestos de trabajo, ocupados en algunos casos por personas que en su día entraron con contratos temporales, pero llevan hasta décadas en plantilla tendrían que salir en igualdad de condiciones y no en un concurso-oposición, cuyas bases fueron negociadas con los sindicatos y donde se valoraría la experiencia o méritos de los candidatos con un máximo de 45 puntos frente a los 55 establecidos para la fase de oposición. “Lo que puede ocurrir es que todas estos trabajadores tengan que consolidar pero sin el proceso especial de consolidación, lo cual significa que las plazas saldrían absolutamente libres”, advierte la alcaldesa.

La voz de alarma sobre la saturación de trabajo que tienen algunos departamentos estallaba hace unos días en la concejalía de Comercio, cuando se hablaba de las dificultades técnicas para avanzar en el proyecto de un segundo mercadillo. González explicaba que cuando se reanudó el de la Plaza de la Hispanidad después de suspenderse en la primera ola de la pandemia, el Ayuntamiento tuvo que contratar una empresa de seguridad privada para garantizar el cumplimiento de la normativa higiénico-sanitaria, apoyada por algunos trabajadores municipales a los que se les asignó esta tarea, pero para este nuevo proyecto se hablaba de la necesidad de habilitar un ‘placero’, que se encargue de la organización de los puestos y en estas circunstancias es impensable. Aún así, la primer edil confía en que, de una u otra manera, esta iniciativa pueda ponerse en marcha este verano. “Queríamos haber empezado ya en abril, pero espero que lo podamos poner en marcha antes del verano, porque es una demanda de los vendedores y además de una asociación de vecinos que yo creo que está trabajando muy bien para intentar revitalizar el comercio y también la actividad social del barrio de Santa Catalina”, añade la regidora municipal.