Jesús Muros: 'Nunca se ha agradecido a aquel grupo de locos que mantuvo la Semana Santa a finales de los 70'

Granada

A finales de los 70 del pasado siglo una cuadrilla de costaleros se multiplicaba para atender a las hermandades de una Semana Santa de Granada que languidecía. Nada del bullicio de hoy, encierros desiertos y estampas vacías. La transición hacia la democracia, la libertad de culto, la efervescencia desbocada de las libertades que se abrazaron entonces desordenó hábitos que se atribuían a la dictadura.

Pasaron unos años hasta que las tradiciones volvieron a recolocarse donde estaban. "La cuadrilla de costaleros de la Santa Cruz salía todos los días de la semana, porque no había gente", relata Jesús Muros (Granada, 1956), adentrándose en su memoria. "Recuerdo aquel año 74, cuando muchas hermandades no se pusieron en la calle, y creo que nunca se ha agradecido lo suficiente a aquel grupo de locos que mantuvo esto cuando parecía que se acababa", añade.

El presidente de la Federación de Cofradías de la capital, que está viviendo su penúltima semana grande en el cargo reconoce divertido que "sólo me ha faltado ponerme la peineta" después de repasar todos los cargos que ha ostentado en 'La Aurora' antes de acabar pilotando desde la poltrona del órgano que aglutina a las 32 cofradías capitalinas.

Es imposible que Jesús Muros no ofrezca una mirada vidriosa de orgullo cuando relata la el milagro de los panes y los peces, cómo las hermandades han multiplicado la solidaridad, la generosidad, la caridad. Cómo se han mostrado como herramientas de transformación social, de ejemplo de compromiso y vocación de servicio durante el último año. "Desde el minuto cero de la pandemia, las hermandades dieron un paso al frente colaborando en todo lo que ha hecho falta", recuerda el presidente de los cofrades de Granada, quien destaca que "en la mayoría de los casos las ayudas de las hermandades está siendo a pulmón, porque hemos perdido la mayoría de ayudas.

Que la Semana Santa es un espectáculo indiscutible que trasciende la espiritualidad, nadie lo duda. Que es un motor económico que genera decenas de millones de euros, tampoco. Sin embargo, continúa sobre la mesa el debate inacabado sobre cómo el sector de la hostelería puede contribuir económicamente a mejorar la Semana Santa. "Tenemos que buscar de qué manera nos pueden ayudar; la Federación de Hostelería nos da cada año 500 euros que dedicamos a nuestro concurso de belenes", reconoce Muros con resignación durante la entrevista.

Está en andas una semana santa especial, diferente, pero es semana santa y se siente en la calle. Con bullicio a ratos, sin procesiones... pero en las inmediaciones de los templos huele diferente, en el interior de las iglesias la ortodoxia casi mística de cada hermandad vuelve a la vida en su día grande. Olor a incienso de las calles, mantillas, un rosario de voluntades y deseos sostienen parte de ese universo sensorial y de emociones que representa la Semana Santa. Que es pasión, que es espiritualidad, es devoción, es un gesto, un recuerdo, una misión, una penitencia. Todo esto es la Semana Santa en su pureza más original y más íntima. Y lo sigue siendo este año también.

Planes de futuro a pesar de la pandemia, miradas costaleras al pasado, posibilidades para dotar mejor el Sábado Santo..., el presidente de la familia cofrade de Granada reflexiona sobre la Semana Grande de Granada en 'Hora 25 Granada - A Fondo'.

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