Cuidado con el pasotismo
La Firma de Javier Blanco
"Cuidado con el pasotismo", la Firma de Javier Blanco
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Palencia
La Semana Santa se desarrolló sin excesivas sorpresas. Pero eso sí, siguió dejando estampas para el desaliento y medidas absurdas contra la pandemia. Imágenes de fiestas sin control, terrazas sobrepasadas en el número de asistentes por mesa, aglomeraciones en las calles del centro de Madrid, fuera del toque de queda; cientos de descerebrados vitoreando a los jugadores del Athletic o de la Real Sociedad..., un descontrol absoluto. Lo que se predijo y esperaba.
A la Semana de Pasión le sigue ahora la penitencia. Hoy el Gobierno regional anunciará donde se impondrán, a partir de mañana, las nuevas restricciones en aquellos municipios de la Comunidad que superen los 150 casos de coronavirus por cada cien mil habitantes. Y nuevamente llegará el cierre de interiores en la hostelería de algunos de ellos. Hasta aquí seguimos sin sobresaltos.
Pero vamos ahora con algunas de las sorpresas y ocurrencias, que alguna hubo y para nota. Cuando se ha demostrado que los contagios se producen principalmente en interiores, según pregonan los propios científicos, nos sorprenden con la ocurrencia del siglo legislando para el exterior: obligatorio llevar mascarilla en la playa, en el monte, en el campo... Y me yo me pregunto, ¿será que ahora contagia el sol, el aire, las plantas, las aves...? Lo siento, no puedo más. Confieso mi perplejidad. Estoy confuso y desconcertado y no sé qué debo hacer, pensar o decir. Todo me parece absurdo, un disparate, un despropósito...una gran paradoja.
En realidad, todo hecho o decisión que aparentemente envuelven contradicción, que llega a ser contrario a la lógica, es una paradoja. De ahí a la confusión y al desconcierto solo hay un paso. Y de ambos al desaliento, solo un saltito más.
Con esto quiero decir que en esta concatenación de decisiones, prueba y error, se corre el riesgo de que la ciudadanía acabe harta de tantas correcciones y caiga en el desánimo, el abatimiento y la desmoralización; que baje la guardia y acabe por no acatar más medidas ni restricciones. Y eso es lo peor que nos podría ocurrir: caer en el pasotismo y la indiferencia por imitación de otras conductas.
Ante esto, seamos personas responsables e integras y hagamos lo correcto, aunque nadie nos esté observando.
