El Arqueológico trasladará este año un millón de piezas al Centro Logístico del Patrimonio, en La Rinconada

Sevilla

El 4 % de alrededor del millón de piezas que reúne el Museo Arqueológico de Sevilla han llegado ya en cuatro camiones al Centro Logístico del Patrimonio Cultural de Andalucía, en La Rinconada, donde se guardarán durante los aproximadamente tres años que durarán las obras de rehabilitación del museo sevillano, situado en el Pabellón Real de la Plaza de América. La mudanza le costará a la Junta un millón de euros y estará terminada este año. Las obras del museo es probable que comiencen en 2022.

Ese Centro Logístico era un antiguo espacio de fermentación del tabaco. La consejería de Cultura necesita cinco mil metros cuadrados para guardar sus valiosas piezas. Ya dispone de una nave y tardará medio año en habilitar otra. Este lunes ha visitado el espacio la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, que ha puesto en valor ese Centro Logístico “pionero y referencia en toda España”, que permite tener localizadas las piezas en todo momento porque está informatizado. De hecho, del Pozo ha recordado que los investigadores podrán trasladarse hasta allí para seguir con sus trabajos.

La consejera ha contado que su equipo está seleccionando las piezas que se podrán ver en el convento sevillano de Santa Inés mientras esté cerrado el Arqueológico. Bajo el título “Abierto por Obras” se mostrarán esas piezas emblemáticas. Ese convento también va a recibir más de un millón de euros de inversión para terminar su rehabilitación.

El Ministerio de Cultura es el titular del Museo Arqueológico de Sevilla y la Junta lo gestiona. Del Pozo ha dicho durante esta visita que desea exponer en el Arqueológico de Sevilla, cuando esté restaurado, el Tesoro de El Carambolo, pero para ello deben ponerse de acuerdo varias administraciones.

Ese tesoro está formado por 21 piezas de 24 quilates con un peso de casi tres kilos. Son “joyas profusamente decoradas, con un artes fastuoso, a la vez delicado y bárbaro, con muy notable unidad de estilo”, según el arqueólogo y catedrático que lo evaluó cuando fue descubierto, Juan de Mata Carriazo. También dijo que es “un tesoro digno de Argantonio”, rey de Tartessos.

Lo descubrieron unos albañiles el 30 de septiembre de 1958 en el cerro de El Carambolo de Camas.