Tavernes, Bellreguard y Piles a la espera de aportaciones de arena para sus playas de cara al verano

Gandia

De poco les ha valido a los municipios del litoral de la Safor afectados por la regresión de sus playas, las reuniones y contactos mantenidos en el último año con responsables de Demarcación de Costas del Ministerio de Transición Ecológica. Las peticiones reiteradas a la administración central para que busque una solución a este grave problema, y que, mientras tanto, aporte la arena necesaria para mantener las playas en condiciones, han caído en saco roto. Así lo han denunciado varios alcaldes en declaraciones a Radio Gandia SER.

El alcalde de Piles, David Morant, ha lamentado que sigan sin saber, a estas alturas del año, cuándo se producirá el necesario aporte de arena a su playa. El primer edil confía en que esta acción tenga lugar una vez pasada la Semana Santa, para que al menos durante los meses de verano, la costa de Piles esté preparada para recibir a los bañistas.

En la misma situación se encuentra la playa de la Goleta, en Tavernes de la Valldigna. Su alcalde, Sergi González, afirma que no han recibido ninguna respuesta por parte de Costas pese a sus reiteradas llamadas para solicitar que se realice la pertinente aportación de arena a una playa especialmente dañada por los últimos temporales.

Otra de las playas que espera recibir una necesaria aportación de arena es la de Bellreguard. Su alcalde, Àlex Ruiz, recuerda que la última acción en este sentido tuvo lugar en junio del pasado año. Desde entonces, no han tenido más noticias de Costas.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Bellreguard ha iniciado el proceso de licitación de las obras de reparación del paseo marítimo, muy dañado por el temporal Gloria de enero de 2020. Tras la actuación que llevó a cabo Costas el verano pasado, ahora el consistorio debe abordar aquellas obras que le corresponden por ser concesionario de ese paseo, como la instalación eléctrica, la reposición de las pasarelas de madera o las barandillas de acceso a la playa.

Una obra presupuestada en 440.000 euros que, según señalaba el alcalde, esperan que pueda iniciarse antes del verano, aunque pararían durante los meses de julio y agosto y se retomarían en septiembre, como recoge el pliego de condiciones.