Palencia acoge la exposición inédita a nivel mundial de William Klein 'New York, 1954-55'

Palencia

La primera edición del Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León, organizado por la Consejería de Cultura y Turismo, se celebrará en Palencia entre el 20 de abril y el 29 de mayo. El festival aspira a convertirse en cita de referencia para todos los amantes de la fotografía, reuniendo en Palencia a grandes nombres de la fotografía a nivel nacional e internacional del siglo XX y contemporáneos, a través de un programa con más de 20 actividades, entre las que destacan 11 exposiciones, siete conversaciones, tres conferencias y un ciclo de cine con cuatro proyecciones seleccionadas por Isabel Coixet, con el objetivo de impulsar la fotografía como una importante forma artística dentro de la programación cultural de la Junta de Castilla y León.

Hasta ocho espacios de Palencia se convertirán en sedes en esta primera edición de FIFCYL, entre ellos la Sala de Exposiciones del Museo de Palencia, en la casa del Cordón, que acogerá tres importantes exposiciones de las 11 programadas por el Festival. En el Museo de Palencia se podrá disfrutar de la obra de destacados artistas internacionales, como son el fotógrafo y director de cine estadounidense William Klein, el afamado fotógrafo suizo Robert Frank y el prolífico fotógrafo estadounidense Lee Friedlander. Las exposiciones, de acceso libre y gratuito, podrán visitarse desde el 20 de abril y hasta el 29 de mayo.

William Klein, ‘New York, 1954-55’

La exposición ‘New York, 1954-55’ reunirá en Palencia la obra del fotógrafo estadounidense William Klein, en una exposición inédita a nivel mundial, que podrá disfrutarse hasta el próximo 29 de mayo.

Nacido en 1928, William Klein es un destacado fotógrafo, artista pictórico y director de cine estadounidense, que ha desarrollado su actividad fundamentalmente en Francia, donde se le otorgó el Premio Nadar en 1956. Dos años antes, en 1954 y tras ocho años de ausencia, William Klein volvió a Nueva York y optó por elaborar un diario de este regreso. Empezó a fotografiar "todo lo que pasaba", como un etnógrafo, como un antropólogo. Fotografiaba lo que veía en su forma más cruda: "el grano, el contraste, los movimientos accidentales, el desvanecimiento, tal como venía", buscando ese grado cero de la fotografía en las calles de Nueva York. Klein fotografió Nueva York con los ojos de un pintor, en la inmediatez de un gesto desechado. Esta visión negra de Nueva York, esta visión dadaísta, no encontró el favor de los editores estadounidenses, pero se publicó en Francia, convirtiéndose en un libro de referencia en la historia de la fotografía. Klein concibe esta obra desde el punto de vista cinematográfico como "la película que podría haber sido".